203 posts
Sé qué estoy haciendo aquí: estoy improvisando. ¿Pero qué mal hay en eso? Improviso como en el jazz se improvisa la música, jazz furioso, improviso en el escenario.
Para interpretarme y formularme necesito nuevas señales y articulaciones nuevas en formas que se localicen más acá y más allá de mi historia humana. Transfiguro la realidad y entonces otra realidad soñadora y noctámbula me crea.
No quiero tener la terrible limitación de quien vive sólo de lo que puede tener un sentido. Yo no: lo que quiero es una verdad inventada.
Entonces escribir es la manera de quien usa la palabra como un cebo, la palabra que pesca lo que no es palabra. Cuando esa no-palabra —la entrelínea— muerde el cebo, algo se ha escrito. Cuando se ha pescado la entrelínea, se puede con alivio tirar la palabra. Pero ahí termina la analogía: la no-palabra, al morder el cebo, lo ha incorporado. Lo que salva entonces es escribir distraídamente.
¿Soy uno de los débiles? ¿Una débil que ha sido poseída por un ritmo incesante y loco? ¿Si yo fuese sólida y fuerte ni siquiera habría oído el ritmo? No encuentro respuesta, soy. Es sólo esto lo que me viene de la vida. Pero ¿qué soy?; la respuesta es sólo: soy qué. Aunque a veces grite: ¡¡no quiero seguir siendo yo!! Pero me pego a mí e inextricablemente se forma una textura de vida.
No, todo esto no sucede en la realidad sino en el dominio de… ¿de un arte?, sí, de un artificio a través del cual surge una realidad delicadísima que pasa a existir en mí: la transfiguración me ha sucedido.
Pasado y futuro ocultan a Dios a nuestra vista; quémalos con fuego. ¿Hasta cuándo te dividirán estos segmentos, como una caña? Mientras la caña está dividida, no conoce secretos ni responde vocalmente al labio ni al aliento.
Rumi
Aunque pudiésemos representarnos lo que es, no podríamos decirlo ni comunicarlo...
Gorgias
Por tanto, te doy todavía otro pensamiento, que es aún más puro y más espiritual: En el Reino del Cielo todo está en todo, todo es uno, y todo es nuestro.
Eckhart
La ciudad parecía elevarse en el Edén o estar construida en el Cielo. Las calles eran mías, el templo era mío, la gente era mía, sus vestidos y oro y plata eran míos, así como sus resplandecientes ojos, clara piel y sonrosado rostro. Míos eran los cielos, y el sol, la luna y las estrellas, y todo el mundo era mío; y yo el único espectador y gozador de ello… Y así fue que con mucho trajín fui corrompido y se me hizo aprender las sucias tretas del mundo. Lo que ahora desaprendo y me torno, por así decirlo, como un niño pequeño, para poder entrar en el Reino de Dios.
Thomas Traherne
Hoy he acabado el lienzo del que te hablé; líneas redondas que se entrecruzan con trazos finos y negros, y tú, que tienes la costumbre de querer saber por qué —el porqué no me interesa, la causa es la materia del pasado— te preguntarás ¿por qué los trazos negros y finos? Es por el mismo secreto que me hace escribir ahora como si fuese a ti, escribo redondo, enmarañado y tibio, pero a veces frío como los instantes frescos, agua del arroyo que tiembla siempre por sí misma.
Clarice Lispector, Agua viva
Dese siempre a usted mismo y a su sentimiento toda la razón frente a cualquier polémica, discusión o introducción; y si usted estuviera equivocado, el crecimiento natural de su vida interior le conducirá lentamente y con el tiempo hacia otros conocimientos. Deje que sus juicios tengan su desarrollo propio, tranquilo e ininterrumpido, que, como todo progreso, debe venir, profundo, de dentro, y por nada puede ser presionado ni precipitado. Todo es gestar y después parir. Permitir que llegue a madurar cada impresión, cada germen de un sentimiento por completo en sí mismo, en lo oscuro, en lo indecible, en lo inconsciente, en todo lo inalcanzable para el propio entendimiento, y aguardar con profunda humildad y paciencia la hora del parto de una nueva claridad; sólo así se vive artísticamente, tanto en la comprensión como en la creación. Aquí el tiempo no cuenta; un año no importa y diez años no son nada; ser artista significa no calcular ni medir; madurar como el árbol que no apremia su savia y se yergue confiado en medio de las tormentas de primavera, sin miedo a que después pueda no llegar el verano. Pero el verano siempre acude. Sin embargo, acude sólo para los pacientes, para aquellos que tienen ante sí toda la eternidad, tan libres de cuidado, serenos y distendidos. Lo aprendo a diario, lo aprendo en el dolor. Estoy muy agradecido al dolor. ¡Todo es paciencia!
Rainer María Rilke, Cartas a un joven poeta.
Puede desearse, sin duda, y yo también lo deseo, una llama menos intensa, una tregua, la pausa propicia a la ensoñación. Pero tal vez no haya otra paz para el artista que la que se halla en lo más ardiente del combate. Todo muro es una puerta, dijo Emerson acertadamente. No busquemos la puerta, y la salida, en otra parte que en el muro contra el que vivimos. Al contrario, busquemos el reposo allí donde se halla, es decir, en medio del combate. Pues, en mi opinión, y con esto voy a terminar, es ahí donde se encuentra. Se ha dicho las grandes que ideas vienen al mundo en patas de paloma. Si es así, y si aguzamos el oído, tal vez podamos oír, entre el fragor de imperios y naciones, un débil rumor de alas, el suave bullicio de la vida y de la esperanza. Unos dirán que esta esperanza la lleva un pueblo, otros que un hombre. Yo, por el contrario, creo que la despiertan, la reaniman y la mantienen millones de solitarios, cuyas obras y acciones niegan cada día las fronteras y las más burdas apariencias de la historia, para hacer resplandecer fugitivamente la verdad siempre amenazada que cada uno, por encima de sus sufrimientos y alegrías, eleva para todos.
Albert Camus, Conferencia del 14 de diciembre de 1957
I believe that art is the only form of activity in which man, as man, shows himself to be a true individual and is capable of going beyond the animal state. Because art is an outlet towards regions that are not rules by time and space.
Marcel Duchamp
Sólo paulatinamente comprendí lo que realmente es el mandala: «Formación / transformación, el eterno pasatiempo del sentido eterno». Y esto es la individualidad, la integridad de la personalidad, que, cuando todo va bien, es armónica, pero que no soporta autodecepción alguna. Mis dibujos eran criptogramas del estado de mi individualidad, que diariamente me eran cursados.
Carl Jung
El dibujante y la pared entran en un diálogo. El dibujante se aburre, pero más tarde, a través de esta actividad sin sentido, encuentra paz o zozobra. Las líneas en la pared son el residuo de este proceso. Cada línea es igual de importante que las otras líneas. Todas las líneas se vuelven una misma cosa. El observador de las líneas no ve más que líneas en una pared. No tienen sentido. Eso es arte.
¿En qué embriaguez, bogaban tus pupilas, para que pudiesen así, narcotizarlo todo?
Ramón López Velarde
Sobre todo me siento atraído por los gestos inconscientes del ser, que tienden sus manos luminosas entre los barrotes del recinto de artificio en donde estamos encerrados. Quisiera estudiar todo lo que está sin formular en una existencia, todo lo que no tiene expresión en la muerte o en la vida, todo lo que busca una voz en un corazón. Quisiera dedicarme al instinto en su sentido de luz, a los presentimientos, a las descuidadas o caducas, a los impulsos sin razón, a las maravillas de la muerte, a los misterios del sueño donde, pese a la excesiva influencia de los recuerdos diurnos, a ratos nos es dado entrever un destello del ser enigmático, real y primitivo. Quisiera dedicarme a las potencias desconocidas de nuestra alma, a todos los momentos en que el hombre escapa de su propia vigilancia, a los secretos de la infancia, tan extrañamente espiritual con su creencia en lo sobrenatural y tan inquietante con sus sueños de terror espontáneo como si verdaderamente proviniéramos del espanto.
Novalis
Ya que no podemos arrancar belleza de la vida, busquemos al menos belleza del no poder arrancar belleza de la vida. De nuestro fracaso hagamos una victoria, una cosa positiva y alzada sobre columnas, majestad y consentimiento espiritual.
Si la vida [no] nos ha dado más que una celda de reclusión, hagamos por engalanarla aunque no sea más que con las sombras de nuestros sueños, con dibujos en colores mezclados, esculpiendo nuestro olvido sobre la quieta exterioridad de los muros.
Fernando Pessoa
Así, se trate del interior o del exterior, de nosotros mismos o de las cosas, la realidad es la movilidad misma. Esto es lo que yo expresaba al decir que hay cambio, pero que no hay cosas que cambian.
Ante el espectáculo de esta movilidad universal, algunos de nosotros se sentirán presas del vértigo. Están acostumbrados a la tierra firme; no pueden adaptarse al balanceo y al cabeceo.
Necesitan puntos <<fijos>> a los que amarrar el pensamiento y la existencia. Creen que si todo pasa, nada existe; y que si la realidad es movilidad, no existe en el momento en que se la piensa, que escapa al pensamiento. Según dicen, el mundo material va a disolverse y el mundo va a ahogarse en el flujo torrencial de las cosas. ¡Que se tranquilicen! Si consienten en mirarlo directamente, sin velos interpuestos, el cambio les parecerá muy pronto como lo más sustancial y duradero que el mundo puede tener. Su solidez es infinitamente superior a la de una fijeza que no es más que un acuerdo efímero entre movilidades.
Henri Bergson
Antes de que yo naciera de mi madre me guiaron generaciones enteras, mi embrión nunca estuvo adormecido. . . nada pudo asfixiarlo; por él se condensó la nebulosa en un orbe ... los lentos y largos estratos se acumularon para que reposara en ellos. vastas vegetaciones le dieron sustento, saurios monstruosos lo transportaron en sus bocas y lo depositaron delicadamente.
Todas las fuerzas han sido empleadas sin parar para completarme y deleitarme, y ahora estoy en este lugar con mi alma.
Walt Whitman
El oeste del cual yo hablo no es sino otro nombre de lo Salvaje. Y lo que me he estado preparando para decir es que: lo Salvaje es lo que preserva al Mundo. En busca de lo Salvaje, cada árbol extiende sus raíces. Las ciudades lo importan a cualquier precio. Los hombres aran y navegan por esa causa. De los bosques y el desierto provienen los tónicos y las cortezas que fortalecen a la humanidad. Nuestros ancestros fueron salvajes. La historia de Rómulo y Remo siendo alimentados por una loba no es una fábula sin sentido. Los fundadores de cada estado, que se han vuelto eminencias, han obtenido su alimento y vigor de similares fuentes salvajes. Y porque a los hijos del Imperio no los alimentó una loba, es que fueron conquistados y desplazados por los hijos de los bosques del norte, a los que sí.
Henry David Thoreau
Rendido bajo el peso del destino,
esquivando el combate, siempre rudo,
heme puesto a la vera del camino,
resuelto a descansar sobre mi escudo.
Quizá mañana, con afán contrario,
ajustándome el casco y la loriga,
de nuevo iré tras el combate diario,
exclamando: ¡Quien me ame, que me siga!
Mas hoy dejadme, aunque a la gloria pese
dormir en paz sobre mi escudo roto;
dejad que en mi redor el ruido cese,
que la brisa noctívaga me bese
y el Olvido me dé su flor de loto...
Amado Nervo
Se sigue de ahí que un absoluto no podrá ser dado sino en una intuición, mientras que todo lo demás depende del análisis. Llamamos intuición a la simpatía por la cual nos transportamos al interior de un objeto para coincidir con lo que tiene de único y por consiguiente de inexpresable. Al contrario, el análisis es la operación que resuelve el objeto en elementos ya conocidos, es decir, comunes a ese objeto y a otros. Analizar consiste, pues, en expresar una cosa en función de lo que ella no es. Todo análisis es, entonces, una traducción, un desarrollo por símbolos, una imagen tomada desde sucesivos puntos de vista en que se señalan otros tantos contactos entre el objeto nuevo, que se estudia, y otros que se cree ya conocer. En su deseo eternamente insaciado de abrazar el objeto en torno del cual está condenado a girar, el análisis multiplica infinitamente los puntos de vista, para completar la representación siempre incompleta; varía sin cesar los simbolos para perfeccionar la traducción siempre imperfecta. Prosigue, pues, hasta el infinito. Pero la intuición, cuando es posible, es un acto simple.
Henri Bergson
Lo que hace de la esperanza un placer tan intenso es que el porvenir, de que disponemos a nuestro gusto, se nos aparece al mismo tiempo bajo una multitud de formas igualmente sonrientes, igualmente posibles. Incluso si la más deseada de entre ellas se realiza, habrá que hacer el sacrificio de las demás y habremos perdido mucho. La idea del porvenir, preñado de una infinidad de posibles, es, pues, más fecunda que el porvenir mismo, y por eso se halla más encanto en la esperanza que en la posesión, en el sueño que en la realidad.
Henri Bergson
Sentí que llegábamos a un terreno muy espinoso que lindaba con los misterios de la raza. «Nosotros somos un pueblo», dijo, «que vive en el techo del mundo, somos los hijos del padre sol, y con nuestra religión ayudamos diariamente a nuestro padre a recorrer el cielo. No lo hacemos sólo para nosotros, sino para todo el mundo. Si no pudiéramos ejercer más nuestra religión, no saldría el sol ya más en diez años. Entonces sería siempre de noche». Entonces comprendí en qué consistía la «dignidad», la serena naturalidad del individuo: es el hijo del sol, su vida tiene un sentido cosmológico, ayuda a su padre y mantenedor de toda vida en su salida y ocaso diarios. Comparemos con ello nuestra automotivación, nuestro sentido de vida que nos formula la razón, y con ello no podemos menos que sentirnos impresionados por nuestra miseria. Por mera envidia tenemos que reírnos de la ingenuidad de los indios y mostrarnos orgullosos de nuestra inteligencia para no descubrir cuán empobrecidos y rebajados estamos. El saber no nos enriquece sino que nos aleja cada vez más del mundo místico, en el cual tuvimos una vez nuestra verdadera patria.
Recuerdos, sueños y pensamientos
Carl Jung
Guatemala 24. Centro Histórico de la Ciudad de México.
Nunca, sino ahora, ha habido vida. Nunca, sino ahora, han pasado gentes. Nunca, sino ahora, ha habido casas y avenidas, aire y horizonte. Si viniese ahora mi amigo Peyriet, le diría que yo no le conozco y que debemos empezar de nuevo. ¿Cuándo, en efecto, le he conocido a mi amigo Peyriet? Hoy sería la primera vez que nos conocemos. Le diría que se vaya y regrese y entre a verme, como si no me conociera, es decir, por la primera vez.
Ahora yo no conozco a nadie ni nada. Me advierto en un país extraño, en el que todo cobra relieve de nacimiento, luz de epifanía inmarcesible. No, señor. No hable usted a ese caballero. Usted no lo conoce y le sorprendería tan inopinada parla. No ponga usted el pie sobre esa piedrecilla: quién sabe no es piedra y vaya usted a dar en el vacío. Sea usted precavido, puesto que estamos en un mundo absolutamente inconocido.
Poemas Humanos. César Vallejo.