No hagas de alguien una prioridad tuya, cuando solo eres una opción para esa persona... dale prioridad a tu vida.
Acepta los cambios, siempre hay algo que aprender.
—Agarra el vaso y tíralo al suelo. —Listo. —¿Se rompió? —Sí. —Ahora pídele perdón. —Perdón. —¿Volvió a estar como antes? —No.
Me gustas, pero contigo o sin ti, la vida sigue.
No siempre conseguimos lo que queremos, pero tarde o temprano la vida nos concede aquello que merecemos.
Comparte tu sonrisa con quien la merezca, tu amor con quien lo valore, tus lágrimas con quien te acompañe y tu vida con quien te ame.
Recuerda: la tristeza no se llora, se supera.
Nunca se olvida a una persona, simplemente se aprende a vivir sin ella.
Con quien se aprende a amar, se aprende a llorar, y si la vida lo quiere llegará la felicidad, si no, con el tiempo aprenderás a olvidar.
El fracaso es parte de la vida; si no fracasas, no aprendes y si no aprendes, no cambias.
Quédate con un amor que te dé respuestas y no problemas, seguridad y no temor, confianza y no más dudas.