𝐂𝐎𝐍𝐕𝐄𝐑𝐒𝐀𝐍𝐃𝐎 𝐂𝐎𝐍 𝐅𝐑𝐄𝐘𝐉𝐀.
Como es usual, camina distraída, inmersa en sus propios pensamientos y difícil es captar su atención cuando eso pasa, conocida por vivir entre las nubes y nunca entender lo que sucede alrededor. es llamada un par de veces hasta que por fin reconoce su nombre y obligadamente aterriza en la realidad, aunque lo que viene a continuación le figura más como un sueño. “Sebastian.” mirada atónita, corazón que se acelera. un sin fin de recuerdos que la invaden de repente y que, milagrosamente, la dejan sin habla. “estás aquí.”
siente físico destensarse. todo, de hecho. volver a oír su nombre con aquella voz femenina; no evita amplio sonreír. la inercia le domina, la costumbre que una vez existió. se acerca más confiado que previos instantes; deteniéndose justo antes de intentar abrazarle. ‘ ¿a dónde más querría ir. . . ’ cuestiona irónico, admirando a la joven con anhelo, cortando diálogo pese a lo mismo. las vacaciones no les favorecieron a su vínculo, pero tampoco se detendría ‘ si no es contigo, eh? ’ algún reír brota gracias a nerviosismo por lo dicho que va ocultando cabizbajo ‘ al fin te encontré ’.