¿Cómo Explicar Lo Que Sentía? Era Como Si Su Vitalidad Y Juventud Hubieran Quedado Renegadas Al Pasado

¿Cómo explicar lo que sentía? Era como si su vitalidad y juventud hubieran quedado renegadas al pasado en tan solo 24 horas, no había dormido nada, se sentía muerto en vida, haciendo las cosas por deber más que por deseo, no había comido nada y todo carecía de sentido a su alrededor.

 Desde temprano estuvo sentado en la sala común de Slytherin observando la obscuridad del lago negro que rodeaba los ventanales del salón, así se sentía. Vestirse, organizar lo necesario para las clases, todo lo hacía en cámara lenta, como si su vida hubiese terminado y su alma se marchara de su cuerpo dejando solo una cubierta que aunque rebosante de belleza estaba vació por dentro, tal como siempre lo estuvo pero no fue hasta este momento que lo sintió realmente.

 Una hora antes estaba de pie frente a la puerta del aula de DCAO leyendo con detenimiento el anunció de la profesora. Emprendió camino, a paso lento, hacía los terrenos del castillo, como no especifico donde exactamente se la paso recorriendo los jardines, los alrededores del lago, etc, hasta que encontró el lugar al que la profesora había llevado varias escobas que eran horrendas, pero no importaba, aunque él llevará la suya que era de las más nuevas y veloces, no tenía ganas de alardear, presumir o reírse si quiera, se quedo de pie, ahí, observando a la nada, hasta que cerca de media hora después comenzaron a llegar sus compañeros pero él los ignoraba, seguía en la misma posición que adoptó desde su llegada, solo se movió un poco para acomodarse como Luana les dijo. No se preocupo por mirar a nadie.

Parecía ser el estudiante ideal por las especificaciones que dio la profesora unos momentos después con su presentación. La ventaja era que no lo molestaría más de lo necesario. Al menos el tema de la clase lo animo un poco.

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Salvo por que tuvo la oportunidad de conocer a las criaturas en persona, esta clase había sido  muy similar a las que tenía en casa y mucho más corta, si bien había entendido que en las clases pasadas solían interactuar con las criaturas incluso en su entorno hostil ahora solo una clase explicativa lo dejaba con demasiadas expectativas incompletas y por lo tanto con un sentimiento de vació en el pecho que solo podría ser llenado con indagar en la biblioteca del castillo el resto de la tarde u organizar sus memorias mientras recorría el lugar para familiarizarse cuanto antes con todo, pero aquí las cosas eran abrumadoras, la profesora Avery, la inusual joven que debía ser mucho mayor que todos y se comportaba de aquella manera tan infantil de cierta manera lo había decepcionado y a la vez le parecía interesante ¿A caso el tinte le había quitado la poca cordura que le quedaba? No tenía ni idea, aunque estaba seguro de algo, para ser una profesora en Hogwarts debía haber algo extraordinario en ella, y eso era lo que quería conocer, la parte “mágica” de una mujer de la que podía esperar cosas asombrosas por el simple hecho superficial de que se le hubiera otorgado un puesto como aquel, Reegan estaba acostumbrado a fijarse mucho en esos detalles pero más que eso, su primera impresión de Wendolyn estaba dispuesta a cambiarla por los motivos correctos.

 Se puso de pie y se alejo del grupo dirigiéndose rumbo a los jardines para pasar el resto de la tarde fuera, intentando descifrar que haría ahora que estaba tan lejos de casa.

Answer

Estaba ahí, postrado frente a un paraíso en la tierra, de un momento a otro se encontró de cuclillas sobre el suelo admirando todo desde otra perspectiva hasta que la calma fue interrumpida y el soplar suave del viento se vio opacado por el dulce aroma y la hermosa presencia de una joven que lo hizo salir de su zona de confort.

Era un sueño de belleza en momentos de reflexión que lo tomo por sorpresa, no se dio cuenta de su llegada hasta notar que se alejaba de él. Era exquisita, un hermoso ser con piel de porcelana y ojos inexpresivos que llamaba a lo más profundo de su ser, el deseo y la impaciencia de conocerla se centraron en él, se puso de pie recobrando su elegante postura y como si se deslizara sobre la arena se dirigió hacia ella. Paso a su lado avanzando aun mas por enfrente antes de girarse mirándola con la intensidad de una mirada curiosa que escudriña algo por primera vez, examinándola. Era pequeña y lucía demasiado joven como para haber pasado de la mayoría de edad, se veía como un ser inocente, intocable, casi divino pero sus ojos y su falta de rasgos sensitivos alejarían a cualquiera que se atreviera a mirarla con detenimiento, pero por el contrario, esto aumento el interés del mayor quien dio un par de pasos delante acercándose un poco pero aun quedando a una distancia respetable. De cerca sus rasgos parecían tan intensos que creyó que el corazón se le saldría del pecho de lo fuerte y rápido que latía. Era tan pálida, como si los rayos del sol jamás hubieran acariciado su piel como él quería llegar a hacerlo. El delicado vestido de encaje pálido contrastaba dulcemente con su piel hecha de ilusiones y deseos prohibidos, resaltando su delicada figura. Un suspiro de satisfacción solo de contemplarla salió de entre sus labios antes de pronunciar una palabra rompiendo el mágico momento que aun permanecía, como si todo a su alrededor se hubiera detenido y solo estuviera este ángel frente a un demonio que estaba listo para hacer un pacto, de que le entregará su alma y fueran a los infiernos mas profundos buscando el placer: -Disculpe mi atrevimiento, pero no eh podido ignorar su presencia, es un placer presentarme frente a tan exquisita criatura. Hola, soy Reggan B. Stoker, acabo de llegar y creo que estoy algo perdido- Dijo con una sonrisa encantadora que resaltaba sus facciones, por el contrario seguía perdido en ella, su cabello elegantemente recogido con un moño, ondeaba al soplar del viento, sus hipnotizantes movimientos lo hicieron perder el aliento hasta que recordó donde estaba y salió de ello esperando una respuesta.

-¡Ely… Elysian!- La menor se había quedado inmóvil, como absorbiendo todas sus palabras, intentando ser fuerte, ignorarlo y es que si alguien le hubiera dicho lo mismo, sin duda lo habría matado pero si hubiese sido alguien tan importante como ella lo era para él, estaría destrozado.

 Lo más prudente era irse, alejarse y dejarla sola, para que lo odiara, para que se olvidará de lo que una vez tuvieron, de sus promesas, del amor que aun le profesaba pero que ya no podía ser.

 Se alejo de ella soltando sus pequeños hombros que temblaron ligeramente.

 Ahora mismo solo quería matar algo, hacer mucho daño, lastimarse. La lluvia llego para hacer frente a las lagrimas que poco a poco caían  por sus mejillas, desde hacía cinco años no había llorado, ni una sola lagrima por nadie, desde que Jade se  fue, cuando su familia se desvaneció, y ahora acababa de terminar con la única situación que lo había hecho enteramente feliz. Le rompió el corazón a quien confió en él, no merecía perdón ni misericordia, sus nudillos golpe a golpe se lo recordaban mientras la pared de su habitación poco a poco se teñía de sangre, hasta que el dolor era insoportable, entonces la magia hacía su trabajo, sanaba sus heridas solo para volver a comenzar, después del primer par de horas dejo de sentir dolor, eso le recordó todo lo que tuvo que pasar para dejar de tener tantas sensaciones físicas y emocionales comunes, tantos años reprimiéndose, era cuestión de tiempo para volver a ser así… O quizás no.

||Privado|| Ajustando cabos sueltos ||París, Francia ||13/12/2016||

-¿Listos?- Todos asintieron- Reggan ¿Estás listo?- Ni siquiera le dio tiempo de recibir una respuesta cuando el menor golpeo con fuerza la puerta partiéndola a la mitad de una sola patada desapareciendo en el interior de aquel departamento que temporalmente le sirvió de refugio y nido de amor a su hermana y a su “enamorado”, de quien se encargaría ahora.

-¡Carajo! Siempre hace eso… ¡Vamos!- El joven Sherlock dio la orden y todos se abalanzaron al interior del lugar apuntando con sus varitas en todas direcciones, cubriendo el perímetro de cualquier amenaza que pudiera dañar a su amo quien se apresuró a subir las escaleras y sin pensarlo dos veces pateo la puerta de la habitación principal que no supuso ningún esfuerzo para él, seguido por su fiel escolta compuesta por dos de sus mejores mortifagos y maestros, fieles tutores de su infancia en quienes confiaba ciegamente para proteger su vida y claro, Abraham Sherlock un joven y talentoso aprendiz que tenía casi su edad y quien era su jefe de seguridad, era completamente opuesto a Reggan y aun así se entendían demasiado bien, como los mejores amigos, como si fueran hermanos.

-¡AH!- Catherine grito ante el estruendoso sonido de la puerta rompiéndose y Darío se levantó de la cama corriendo para intentar detenerlos pero Reggan fue más rápido y lo tomo por el cuello pegándolo contra la pared mientras las tres varitas a su espalda apuntaban amenazantes al menor.

-Hola, Jade…- Exclamó el mayor mirando a la joven en la cama en ropa ligera- ¿Te diviertes? – dijo con tono despectivo mientras regresaba su mirada al mayor analizándolo con detalle, era lo que las chicas llamarían “apuesto” y parecía encantador, aunque evidentemente era mucho mayor que ella.- Tu… y tu… ¿Tan fácil creíste que podías salirte con la tuya? Llevarte a mi hermana… ¿A caso le contaste de tus negocios con el conde Vlad? ¿Qué te contrataron para matarla?- Reggan tenía una mirada y una sonrisa perversas, disfrutaba esto. El mayor observo a Jade que estaba aterrada por que pudieran dañarlo pero aun más por las palabras de su hermano.

-¡SUELTALO! ¿Es cierto eso que dice? Darío…- Ambos tenía miradas confusas, el mayor comenzó a reír presa de lo descabellado de la situación y dejo el cuello del mayor quien cayó al suelo para levantarse inmediatamente queriendo hacerle daño pero no podía por la amenaza de los mortifagos que no dudarían en matarlo.

-Esto es mejor de lo que pensé, Darío Lutz te presento a Catherine Jade Stoker, tu objetivo, tu plan, tu contrato… Nuestro tío te pago para que te deshicieras de ella.

- Jade…- repitió el mayor mirándola detenidamente.

-¡N0 me importa!- Jade salió corriendo de la cama y lo abrazo- No me importa lo que haya pasado antes, yo no voy a permitir que hagas esto… Reggan.- Era la primera vez que se veían después de cinco años, ambos cambiaron muchísimo.

Él no estaba nada contento:

-No puedo creer que seas tan tonta…- La tomo por el brazo y la aparto con fuerza del mayor justo antes de golpearlo en el abdomen con fuerza.

-REGGAN! ALTO!- Grito la menor desesperada, se acercó hasta ella y la tomo del cabello.

-Vaya, vaya, cuanto has cambiado ¿Cuan tonta crees que te ves ahora? Suplicándome por alguien como él.- Estaba llorando

-No me importa, yo… yo lo amo.-

-Tú no sabes que es el amor, tienes dieciséis años.- Se levantó y pateo al joven que había soportado aquel golpe justo en el mismo lugar.- Sherlock que había sido participe de innumerables actos de crueldad y tortura por parte de su amo no estaba nada tranquilo con lo que hacía. Una y otra vez siguió golpeándolo mientras Jade gritaba, se levantó y corrió hasta su hermano intentando frenarlo pero solo consiguió que se enojara más. La empujo con fuerza haciéndola caer al suelo donde se golpeó la cabeza y se desmayó. Darío al ver aquello se levantó, era un poco más alto que el menor y lo golpeo en el rostro con fuerza haciéndolo caer hacía atrás antes de correr hasta Cate tomándola en sus brazos.-

-Jade!- Reggan sintió la sangre en la boca y escupió mirando a sus acompañantes que estaban furiosos-

-Esperen…- Se levantó y camino hasta a pareja poniéndose en cuclillas frente a ellos.- ¿Por qué? Porque ella… porque tuviste que involucrarte con mi hermana… Una Stoker… tu objetivo ¿En verdad no sabías quién era? Y ahora que lo sabes ¿Qué piensas al respecto?

Si las miradas pudieran matar la de Darío ya lo habría asesinado diez veces.

-El amor no tiene explicación, Jade es diferente a ustedes, a los Stoker, ella cambió su apellido por el repudio que tiene a las personas como tú, yo no puedo creer que ambos vengan del mismo lugar, si decides matarme hoy habré muerto defendiendo a lo que más sentido le ah dado a mi vida, no me importa que fuera mi objetivo, me enamore y eso lo cambió todo para ambos…- De pronto algo se colocó en la garganta de Ree quien bajo la mirada encontrándose con la varita de Jade apuntándole al cuello.

-Uh… que atrevimiento hermanita ¿Serías capaz de asesinarme?

-Soy una Stoker, lo quiera o no, sería capaz de matar a quien yo quiera, y aún más a quien se atreve a amenazar lo que más amo de esta manera.

-Patética, igual que tu madre…-

-Lo único patético aquí eres tu, creyendo que tienes el derecho de hacer esto…yo nunca deje de amarte, eras lo único que me daba esperanza en esa familia, el único que no era tan despreciable después de todo, fuiste mi ángel, mi camino, mi guía y ahora viniste para mostrarme la verdad, podrás ser el jefe de una familia tan poderosa y aun así, jamás vas a conocer lo que es el amor, el cariño, el aprecio o la amistad verdaderas, yo siento lastima por ti.

Comenzó a reír nuevamente, una risa de descontrol:

-Amor… el amor es una basura, un sentimiento inútil y sin sentido, yo… me enamore de alguien como nunca creí poder llegar a hacerlo y… se acabó, todo por quien soy, por nuestra familia y nuestro propósito, renuncie a ella para protegerla y no permitiré que eso te pase a ti, tu vendrás con nosotros, estés viva o no.

Darió saco su varita alertando a la seguridad del menor, pero en lugar de apuntarlo a su enemigo lo apunto a la menor y ella a él.

-No nos vas a separar Ree… esta vez no voy a renunciar a lo que me hace feliz, esta vez no me quedaré mirando como vez que otros me lleven y no hagas nada, ya no soy la misma niña que hace cinco años. Avada queda…- El mayor no los dejo terminar cuando con un Expelliarmus les retiro las varitas a ambos de las manos y las recogió del suelo.

-Ustedes sí que son un caso perdido…mi hermana siempre tan romántica, debes dejar la literatura romántica por un tiempo. Levántense… tomaremos el té. – Bajo las escaleras y los espero, para cuando bajaron las heridas de ambos ya habían sido curadas.- El poder de la magia, es fascinante…- Aun no se fiaban del contrario, lo miraban con cautela pero sin sus varitas no podían hacer mucho para defenderse.

-Siéntense…- dijo mientras Sherlock servía el té, el mayor lo probo y una sonrisa apareció en sus labios.- Siempre haces maravillas con todo…-

-Bien… deben saber que la familia no está nada contenta, por una parte no saben nada de esto y sospechan que no estás muerta, los buscan sin descanso, agradezcan que yo los encontré primero. Segundo, pasaron mi prueba pero que drama se aventaron con su romance trágico novelezco, eso sí que me dio pena hasta a mí, tómenlo con calma, no llevan ni tres meses juntos. Me disculpo por los golpes y por las puertas, pero ya están reparadas, tranquilos, no me odien y… Si te atreves a lastimarla te matare… - Le dijo al mayor con una mirada encantadora.- Lo cual me lleva al siguiente terminó.- Jade, debes volver a casa una temporada, conmigo.

-Me niego.-

-No fue una petición, fue una orden, fuera no estas para nada segura.-

-Yo la protegeré.-

-Si amigo, no dudo de ello, tengo tu informe.- Uno de sus subordinados le entrego un pergamino que procedió a leer.

-Dario Lutz, 20 años, nació el 25 de Diciembre en Nueva York. creció en un orfanato hasta que cumplió la mayoría de edad, luego de eso se dedicó a ser un asesino a suelo con sus dos compañeras que al igual que él salieron del mismo lugar, se hacían llamar… blah, blah, blah, Ada y Elysian Lutz, después de eso y debido a los problemas mentales de la menor de las hermanas su grupo se disolvió y…- Se detuvo, pensando un momento en lo que acababa de leer y se quedó boquiabierto.

Se levantó de golpe dejando caer la taza de té que se destrozó en el suelo

-Elysian Lutz… ¿¡eres hermano de Ely!?- Era evidente que si pero él no podía creer lo pequeño que era el mundo para poner a su hermana y al hermano de su amor imposible en el mismo camino, en el amor.

-¿Tu que sabes de Ely?- Estaba tan sorprendido como él.

-Oh por mi padre… haberlo dicho antes, se va a molestar mucho cuando le cuente lo que paso… en verdad lamento este malentendido, una disculpa Darío, soy Reggan B. Stoker, yo salgo con tu hermana o… lo hacía. –Se mordió los labios al recordar las palabras que le dijo a la menor para romper su corazón que no tenía nada de culpa en las situaciones que estaba pasando en su vida.- Debo hablar con ella, de hecho eso debería estar haciendo en lugar de estar aquí…-

-Catherine… Escúchame bien, aun no estoy del todo convencido de esto… de tu y este chico mucho mayor que tú- le lanzo una mirada inquisitiva a Darío.- Pero… ¿Estas segura de que es lo que realmente quieres? ¿Y que realmente lo amas?

-Lo estoy Ree… nunca quise nada con tantas fuerzas en mi vida.-

- ¿Y tú?

-Yo pertenezco completamente a Jade, la amo y la protegeré con mi vida-

-De acuerdo, pero no estarán a salvo ¿Lo entienden? Sherlock asígnales una escolta temporal hasta que arregle todo esto, que nadie los moleste…- El chico asintió- Ustedes me recuerdan a mi… y lo que debo hacer, debo arreglar las cosas con ella, decirle lo que siento y que la amo-

-¡HABLAME DE ELLA!- Se le abalanzo en un abrazo de panda-

-No! Aun no, te lo contaremos juntos, después, solo puedo decir que ella es maravillosa, que la amo y que defenderé lo nuestro aun a pesar de que nuestra familia se oponga completamente a la unión entre puros y mestizos.

-Ah! Ella es mestiza!?- Si bien Jade también creció con la misma mentalidad no lo aceptaba del todo pero era sorprendente que alguien como su hermano se atreviera a romper la ley principal por la que se regían los Stoker y también por la cual él mato al amante de su madre.- Yo solo quiero que seas feliz y ¡¡que la próxima vez que vengas a visitarnos tengas la decencia de tocar antes de andar partiendo puertas!! IDIOTA!- le dio un golpe en la cabeza y Sherlock comenzó a reír- Yo estaba a punto de hacer lo mismo señorita. Los tres habían crecido prácticamente juntos y él no dejaba de ser guardia de ambos.

-Lo siento, lo haré, recuerda lo que dije, al menos una temporada debes regresar a casa, un par de días para que vean que no vas a doblegarte y huir. Quiero que todo cambié… pero no es sencillo, sabes cuán grande es nuestra familia, cuantos aliados tenemos y cuál es su mentalidad, debe ser lento y desde adentro, aunque sea el jefe y todos me respeten sabes que no aceptaran algo tan radical. Requiere tiempo y mucho trabajo, te necesito.

-Está bien, me recuerdas a mamá, debes descubrir quien la mato… y lo mataremos- Le dio un beso en la mejilla con una amplia sonrisa.- Ahora ve por Ely y dile que eres idiota.

-¿Cuándo te volviste tan rebelde?

-Soy una Stoker y tu hermana, era cuestión de tiempo-

-Ten cuidado Darío- dijo mirándolo divertido.

-Lo haré-

Salieron de ahí, con rumbo a Londres nuevamente. Reggan buscaba las palabras para disculparse con Ely, entendía si ella aun lo rechazaba pero más que nada quería expresar cuanto la amaba, cuanto la necesitaba y lo mucho que la extrañaba. Cuando llegó a salvo sus escoltas lo dejaron, para cuando llego a Londres una suave brisa anunciaba el comienzo de una tormenta, era momento de buscarla.

Actividad con calabazas:

#Slytherween #SlyRoyalty Al final no había hecho planes para salir del castillo, al menos no la primera semana, desde su llegada no había podido descansar, cuando se llegaba a mitad del ciclo escolar solo podían hacerse dos cosas, esforzarse y tomar el ritmo o dejarlo pasar y perder el tiempo, bueno, lo último estaba muy lejos de ser su estilo, y al fin habían terminado los TIMO´s. El castillo permanecía en silencio, solitario, la mayoría de los estudiantes habían salido de vacaciones, habían regresado a casa, con sus padres. Reggan meditaba sobre todo y nada mientras observaba el cielo, el viento soplaba con ligereza, hacía un día precioso, algo frío pero él estaba acostumbrado a temperaturas mucho más bajas, esta época del año tenía algo mágico, algo que le gustaba, y eso la convertía en su preferida. El pasto ligeramente mojado por el rocío de la mañana mojaba sus dedos que se deslizaban sobre él. A unos cuantos metros de ahí el grupo de compañeros de casa comenzaba a reunirse mientras la prefecta terminaba de enlistar todo lo que había estado haciendo para la actividad de hoy a la que en los días anteriores les había invitado a participar. Parecía algo ambiguo pero quería integrarse, desde su llegada, la adaptación a la vida estudiantil había ido bastante bien, y aunque no sabía de qué iba la actividad de hoy siempre podía resultar algo divertido, una experiencia enriquecedora y debía entablar relaciones con las serpientes, no los conocía a todos así que la ocasión era perfecta. Se puso de pie integrándose al grupo para escuchar la explicación sobre lo que harían. Sinceramente no le interesaban los premios y la actividad era bastante simple, pero con un paisaje otoñal, a orillas del bosque con unas vistas tan hermosas era normal que la inspiración surgiera, así que demostraría su talento tallando calabazas. Debía pensar muy bien que quería plasmar, Reggan era un amante de la belleza, pero esto era Halloween, una fecha en la que la línea entre el mundo de los vivos y los muertos era tan delgada que había muchas manifestaciones de los parientes del otro lado en nuestro mundo, por ello los humanos se disfrazaban de cosas aterradoras, para mezclarse entre ellos y que todo resultara más ameno, por así decirlo. Así que las cosas lindas no estaban tan asociadas a esta fecha y debía admitir que era aburrido, así que era momento de darle un poco de horror bizarro a su vida. No habían muchas cosas que le asustarán al joven Slytherin, a diferencia del resto de las personas a las que cosas como la obscuridad, los insectos, roedores, arácnidos, fantasmas, monstruos o e incluso para los supersticiosos cosas como la mala suerte, no, a él eso le iba y le venía igual, ni si quiera la muerte. Así que se puso a pensar en que podría hacer, que idea resultaría realmente aterradora para los chicos a su alrededor, se puso a observarlos, uno a uno, eran tan jóvenes y con personalidades tan variadas. Pensando en lo mismo la idea del baile le llego de golpe, era de disfraces y ¡aun no tenía uno! Faltaban solo algunos días, debía ir a Londres y variar, no quería seguir siendo un príncipe como en los bailes de disfraces que organizaban cada año en el castillo Vlad, pero todo eso le dio una idea, la gente se disfrazaba de muchas cosas para esta festividad, algunos de cosas que resultaban ser completamente distintas al concepto de terror, otros idolatraban a sus personajes favoritos, otros realmente aterradores y entre estos, uno de los que podían asustar mas y de los más conocidos eran los payasos. Así que con la simple idea y tomando en mente películas y literatura que estaba relacionada con estos y que conocía o con la que estaba familiarizado comenzó a trabajar. Tomó cortadores, cuchillos: de sierra y plano, palillos, pintura, pinceles, y otros detalles que le parecieron serían adecuados, si le falta algo mas ya se ocuparía después. Se coloco a un extremo de la mesa en lo que comenzaba a trazar su idea, primero tomo una calabaza de tamaño medio, no debía pesar más de tres o cuatro kilos. La coloco sobre algunos periódicos que habían sido colocados para que no se ensuciara demasiado la superficie sobre la que trabajaría, antes de proseguir con cortar la tapa y sacarle el relleno se retiro todos los anillos que llevaba, por primera vez en su vida considero que llevar las uñas tan largas y perfectas era contraproducente, se le estropearían horriblemente pero ya se las arreglaría luego, antes del baile. Tomó el cuchillo de cierra pequeño, y justo, alrededor del tallo comenzó a cortar la tapa, que le daría acceso al interior del amigo naranja. Con el ángulo del corte hacía el interior de manera que evitara que al ser colocada esta se fuera hacía el centro de la calabaza. Un círculo perfecto, con la medida apropiada para que su mano pudiera entrar, tomo una pequeña pala de mano, parecía de jardinería y empezó a sacar el relleno y las semillas, colocándolo en un tazón que tenía al lado para ese propósito, seguramente los elfos aprovecharían todo eso para el banquete de Halloween, ya veía toda clase de comida preparada con calabaza. No retiro demasiado de las paredes ya que su idea era tallar no sobre la cara superficial si no sobre las capas internas de la pulpa. Se limpió las manos con un pañuelo y se sentó, necesitaba un boceto como guía, tomo una hoja de papel y un carboncillo y comenzó a delinear la forma de su calabaza y luego la cara del payaso que quería, poco a poco fue tomando forma y tras quince minutos añadiendo detalles, estuvo listo. Era momento, la idea era hacer que pareciera que la cara estaba dentro, rodeada por la calabaza, así que marco con tinta el contorno de lo que tendría que pelar, así que comenzó a tallar, con un cuchillo plano, quitando capas hasta que la profundidad le pareció apropiada, no era una actividad difícil o complicada, solo era cuestión de cuidar y saber manejar los niveles de las dimensiones, en este caso no tenía que ser perfecto porque su diseño no era simétrico o estéticamente correcto. La cara tenía facciones muy marcadas como las arrugas de la frente y los ojos, las de la expresión de las mejillas por la sonrisa, los pómulos, la nariz y esos labios gruesos y deformes. La base fue rápida, lo que requirió tiempo fueron todos los detalles que le daban personalidad al personaje. Una vez terminado era tiempo de darle color, por si solo lucía muy bien, pero debía lucir grandioso. La base de pintura blanca, las cuencas de los ojos y de alrededor de la cara en negro también usado para dar profundidad a las arrugas de la boca. Para las arrugas de los ojos uso un tono azul rey y para los labios y el rubor marcado de las mejillas uso un tono naranja, una imponente nariz roja a juego con el reflejo en las arrugas de la frente, al igual que el cabello que eligió, utilizo musgo del bosque, que puso a secar al sol: Lumos Solem- un rato antes de pintarlo y adherirlo a la calabaza, el hechizo también ayudo a que toda la pintura se secara rápidamente. Por último, tomo un ojo de vidrio, colocándolo en el cuenco vació del rostro, de inmediato adquirió “vida”. Un proceso de casi tres horas, pasado el medio día al fin pudo ver su idea plasmada… en una calabaza. -Debo ponerte un nombre… ¿No? Uhm…Mr. Killjoy. Bienvenido…- Agrego el nombre, tallado con delicadeza en la parte posterior, al igual que sus iniciales. Estaba listo. Algunos de sus compañeros terminaron un par de horas atrás, otros seguían concentrados o frustrados repitiendo una y otra vez los procesos al no conseguirlo a la primera. Regreso todo a su lugar y fue a lavar sus manos, sus uñas efectivamente estaban horrendas. Ahora solo debía esperar.

Re:

||Privado|| Charlemos sobre amor: Conozcamonos mejor ¿Qué es lo que realmente sientes por mí? || Elysian Lutz || 5/10/2016 || Londres || 7:00 pm. ||

¿Cómo puede el diablo empujarte a los brazos de alguien que luce lo más parecido a un ángel cuando te sonríe?

Interesante ¿cierto?

Eso no fue lo que pensé el día en que conocí a Elysian, quizás porque no la conocía en realidad, por su parte ella no sabía nada acerca de mi, y con ello me refiero a nada de lo que verdaderamente influye a la hora de considerar dejar de lado a alguien peligroso, una mala influencia en tu vida.

Evidentemente eso era lo que él menos quería, que ella se alejara por considerarlo una persona inestable emocionalmente, alguien a quien temer, se podría decir que nunca en su vida, desde su nacimiento existió en su ser un sentimiento más puro como el que esa niña le evocaba, incluso haciéndolo desear jamás haber cometido tales atrocidades, pero estaba hecho, lo hizo, mato a mas personas de las que alguien común podría recordar y no planeaba detenerse, disfrutaba de ello y de los placeres mas depravados que la mente humana era capaz de materializar en su entorno. Oh si que le gustaba aquello, pero Ely, ella estaba prohibida para todo eso, con ella podía mantenerse tranquilo e incluso de avergonzaba de si mismo –cosa que en sus diecisiete años de vida jamás le paso ni por un segundo-

Esta noche, después de leer su nota había elegido convertirse en su propio verdugo, aquel que tiraría la cuerda de la guillotina que lo mandaría a una muerte segura. Ya podía sentir la navaja cortando su cuello, como si esos instantes pasaran en cámara lenta viendo a la piel abrirse, la sangre brotar y prolongando la agonía en lo más posible. Una idea que habría parecido tentadora en el pasado y que ahora lo llenaba de una sensación nueva, temor, miedo. Estaba nervioso aunque no lo demostrara de camino al lugar establecido para su encuentro, su imagen seguía siendo elegante, seductora y misteriosa aunque por dentro se preparaba para ser épicamente rechazado por ser una persona desagradable, no había vuelta atrás, la cita estaba en puerta y a unos cuantos minutos para que ella llegara, no sería el único en hablar sobre sus secretos pero sabía que en comparación los de Ely serían mínimos, aunque se llamo a sí misma asesina sabía que las mujeres solían exagerar muchas veces sus palabras, no esperaba llevarse aquella sorpresa conforme avanzaría la noche.

Sentado junto al ventanal contemplaba a la única vela que adornaba la mesa rodeada de rosas blancas, nada mas apropiado para esta noche, porque hasta el ambiente romántico y tranquilo resultaba encantador, imaginaba que no había podido elegir mejor el lugar donde le romperían el corazón.

*

Su mirada era captada por todas las cosas a su alrededor, cuando la lluvia comenzó a caer se dijo a si mismo que todo iba a estar bien, que no tenía por qué tener miedo, lo peor que podía pasar era ser rechazado, épicamente, si eso sucedía podía volver a su vida común, sintiéndose aun mas vació que antes, se estaba dando por vencido antes de enfrentarlo y ese no era su estilo, algo lo regreso de golpe a la realidad, se puso de pie casi al instante en que la suave y melodiosa voz de Elysian lo saludo, volteo a mirarla y se quedo sin palabras, como si todo lo que hubiera planeado se desarmara cuando sus ojos se cruzaron con los de aquel ángel. La seguridad de la que alardeaba se vio súbitamente convertida en dudas que eran demostradas con el temblar de su voz que tardo un poco en aclararse, se veía tan hermosa. -Eh… Ely… ahm… Ely… ¡Señorita Lutz!- sus mejillas se ruborizaron de golpe- Gracias por haber aceptado mi invitación de esta noche- una sonrisa tímida que nunca antes hubiera esbozado naturalmente frente a alguien apareció mientras iba del otro lado de la mesa para correr la silla permitiendo que la señorita Lutz se sentara- Por favor, tome asiento…- regreso a su lugar y sentándose con elegancia se quedo contemplándola, como si esperara que ella dijera algo pero recordó que estaban ahí por su causa así que: -Señorita Lutz… Elysian, debes estarte preguntando por que te cite aquí esta noche, recibiste mi nota y agradezco que te tomaras en tiempo de responderla, tus palabras son lo más hermoso que alguien me había dicho prácticamente en toda mi vida, y digo esto porque sé que esas palabras eran autenticas, yo lo sentí así y confió en ello, por lo tanto, confío en ti… Y sé que debo parecer un lunático por decir eso pero créeme que nunca eh estado mas cuerdo en mi vida. Por ello estoy aquí, para confesarte, contarte todo de mi, la prueba de que estas dispuesta a escucharme es que… viniste, aun cuando tenías la opción de no hacerlo- La miraba con ternura, emoción, ilusión y si creyera en ello diría que esperanza.- ¿Me permites contarte sobre mis demonios, Elysian?

*

Hablar primero le daba la ventaja de que ella pudiera desenvolverse, confiar en él, en caso de que lo entendiera, en caso de que no lo hiciera le daba la ventaja de que se alejaría lo más pronto posible de su lado evitando mayor interacción, haciendo que el proceso de olvidarla fuera mara rápido, o quizás no. Fuera lo que fuera había tomado la elección de decirlo, al mal tiempo darle prisa. Pero lo que ella dijo a continuación quedaría grabado en su alma eternamente: -Sería para mi un honor escucharla y guardar esos susurros para siempre en mi al igual que su aceptación y todo lo que siento por usted.- Una sonrisa radiante en sus labios dio paso a una mirada pensativa, preguntándose por donde debía comenzar, el principio resultaba ser lo mejor, sus ojos sobre los contrarios no se apartarían ni un segundo de ahora en adelante, esto era lo que era, fuera malo, terrible o peor era su realidad, así que no se avergonzaría de ello. -Me llamo Reggan B. Stoker, tengo 17 años, nací en Transilvania, en Rumania, el 31 de octubre de 1998, vengo de una familia de clase alta y no sé si decir lo mejor o lo peor: De sangre pura, una familia que se enorgullece de ello y que conserva las tradiciones de toda familia de nuestro nivel, al menos para una familia de magos tenebrosos de nuestro tipo. – Analizo su expresión antes de continuar, se relajaba mas con cada palabra que exclamaba, eso era bueno- Mis padres eran…adecuados, no eran las personas más cariñosas del mundo pero funcionaban, al menos al principió, al menos hasta que mi madre cometió… la falta más grave: Relacionarse sentimentalmente con un impuro, y un mestizo de la clase más baja, si bien ella no era una persona mala o despreciable, se gano el rechazo de todos por ello, en especial de mi padre, comenzó a golpearla recurrentemente, y su rechazo hacía mi hermana fue igual, no solo l sospechaba que Catherine podría no ser su hija, fue un desastre total, en menos de un año desde que se descubrió todo, mis padres murieron, ambos. Crecí rodeado de lujos, sin restricciones, sin reglas, asediado constantemente por el peligro, educado por mortifagos, nuestro tutor intento matarnos varias veces para reclamar la herencia de mis padres, como no lo consiguió me aparto de mi hermana y me mantuvo recluido en el castillo donde mi vida se transformo a partir de que se descubrieran mis “habilidades” como vidente, y comenzarán a usarme como su bola de cristal, no solo eso, comenzaron a entrenarme como miembro de la orden, los abusos físicos no me importaban, fue cuando comenzaron los asesinatos que algo en mi cambió, hasta ese punto yo tenía sueños, esperanzas, era alguien muy distinto, pero probar la sangre y tener la vida de alguien en mis manos, manipulándola a voluntad me cambió, para mal, pude haberme opuesto pero decidí no hacerlo, me entregue a la obscuridad a un mundo de excesos, un mundo de placer, lujuría, de crimen, de condena, de pecados, que se encargaron de contaminar mi alma, pero lo peor de todo fue que lejos de volverme un ser ruin y despreciable y de que todo en mi reflejara eso, todos parecían amarme más y más, como si con cada atrocidad que cometía algo en mi se volviera aun más angelical, como si me quedará con la vitalidad de cada persona que matará, como si los sueños y esperanzas de esas personas me dieran fuerza y belleza, podría sonar trágico pero yo me volví ambicioso, egoísta, narcisista, un manipulador de primera que no temía usar todo eso para conseguir lo que deseaba, para deshacerse de quien quería sin importar a cuantos pudiera dañar en el proceso, nunca tuve un amigo o persona que realmente apreciará, me volví frio y solitario, un actor perfecto para tantas mentiras perfectas siempre desempeñando mi papel a la perfección, siempre elegante, encantador, nunca libre, siempre con deseo de más, con deseo de sangre y muerte. Al menos hasta que te conocí Ely…- Susurro aquello último con una mirada particularmente intensa, personal, que decía mucho más que solo una serie de palabras bien expresadas. -

*

Era uno de los halagos poco halagadores más significativo que alguien haya podido expresar, decir que le gustaba como la llamaba hizo aparecer en sus labios una sonrisa conmovida, como si hubiera recibido un regalo exquisito, y así había sido, recibió palabras de aceptación y el rubor de las mejillas contrarias que reformo por completo su significado de la belleza y la inocencia, si habría que describir aquellos términos en una persona, sin duda sería Elysian en cuerpo y alma. Sus manos posadas sobre la mesa se deslizaron solo un poco hacía el frente al igual que el cuerpo del mayor que se inclino ligeramente, para volver aun más privadas, intimas, aun mas especiales las palabras que en un suave susurro, con su melodiosa y seductora voz exclamó: -Señorita Lutz… Elysian, Ely… se que quizás aun estés asimilando mis palabras, y por supuesto que quiero escuchar las tuyas, pero quiero que sepas que cuando te conocí te elegí como mía, y no hablo de poseerte, aunque soy amante del egoísmo contigo tomó un nuevo significado esa palabra, se volvió una inspiración, te volviste mi musa, el nuevo significado de mi vida, y yo deje de pertenecer al mundo, a la realidad en la que viví prácticamente toda mi vida, me entregue a ti sin que te enterarás y estoy aquí, confesándolo, pidiéndote que me mates, de una manera lenta y dulce, las crueles mentiras del amor me seducen contigo y en ese momento supe que estaba perdido, que no tenía esperanza, que no podría dejarte nunca, jamás abandonaría todo aunque fuera una simple fantasía de mi parte. Sin importar lo que digas o suceda esta noche, esa es mi decisión… Cuéntame, sobre ti, sobre todo aquello que aqueja tu alma, sobre tus pesadillas, sobre tus sueños, sobre lo que es relevante y lo vano, sobre lo principal y lo secundario, quiero saber todo sobre ti, todo lo que tú quieras contarme, todo lo que haga que me enamore más de la enigmática joven que es Elysian Lutz. || OST:https://www.youtube.com/watch?v=nPSRPwzarMY ||

*

Era una chica directa, y eso más que nada le gustaba, Ree solía ser melodramático de manera poética, era perfecto como aquellas palabras decían demasiado, y aun más fascinante era poder escucharla hablar tanto, añoraba el día en que pudieran hablar durante horas de temas sin importancia solo por el placer de disfrutar de su compañía mutua. Mientras tanto, aquello que le contaba hacía que su mirada pensativa se enalteciera, tenía tantas dudas y a la vez estaba satisfecho de saber más sobre Elysian. No menciono a sus padres o su vida antes del hospital mental, a quienes se refería como “Nosotros” suponía que eran sus hermanos, y salvo por detalles que le habría gustado escuchar todo le parecía sumamente exquisito. No el hecho de que ella tuviera que sufrir tanto, eso lo hacía sentirse en desacuerdo, Ely era la clase de joven que parecería haber crecido en una buena familia de costumbres estrictas, pero su falta de afecto y emociones demostraba algo mucho más severo, tal como acababa de contarlo. El antecedente de sus enfermedades mentales también llamó su atención, pero el hecho de que “ellos” hicieran por dinero lo que él hacía por placer fue lo mejor de todo, porque sabía que eso no era el único factor que lo provocaba, había algo más, matar no era sencillo para las personas que tenían ciertos sentimientos y valores que podían ser alterados por factores como locura, estrés o instinto de supervivencia, pero para otro tipo de individuos, un grupo muy reducido, aquello resultaba ser un “estilo de vida” ambos eran la prueba viviente, porque Reggan que comenzó por obligación ahora lo hacía por gusto y Ely no parecía tener remordimiento, ella era fascinante y le gustaba cada vez más, aun a pesar de su pasado tormentoso se mantenía más o menos estable o eso era lo que aparentaba. Sus manos avanzaron un poco más, quedando a unos escasos centímetros de las contrarias. -Entiendo… se que crecimos en mundos completamente diferentes pero lo comprendo muy bien- Alcanzo a rosar apenas los dedos contrarios sintiendo el frió de su piel- Yo crecí siguiendo las normas de mi familia, obligado a cometer atrocidades, a seguir mi “naturaleza” que poco a poco fui aceptando, tú te viste obligada a seguir la tuya hasta que se volvió parte de ti, y aunque aun no lo sepa todo, estoy seguro de que nada de lo que puedas decirme cambiará en mayor o menor medida lo que siento por ti, sé que mis sentimientos son egoístas y que hasta podrían resultar abrumadores para quien entiende poco o nada de ellos, pero así soy. Es algo que no puedo, y no quiero cambiar. Tu. – Con lo que le dijo de pronto una pregunta llegó a su mente, una que estaba obligado a aclarar antes de seguir hablando- Ely… no me has hablado del origen de tu familia, y no quiero que lo hagas si no estás segura de ello, pero quiero que respondas algo… ¿Eres pura? Me refiero a… tu sangre, tus antecedentes, eran magos puros o…- se aclaro la garganta antes de pronunciarlo en voz alta- Mestizos.

*

Tenía razón, su pregunta le causo gracia. Demasiada como para tomársela enserio, una risa divertida se escapo de sus labios hasta que cayó en cuenta de que hablaba en serio. Recordó el día en clase de pociones que pregunto quién era Lord Voldemort, la reclusión en el mundo muggle ahora tenía sentido. Abrió los ojos demasiado, en una expresión de sorpresa y pena por su reacción: -Ahm, nunca me habían preguntado eso. Puedes notarme un poco contrariado y es que, en realidad nadie comprende muy bien estos términos, veras….Es el nombre que se le asigna a los magos que poseen una ascendencia completamente mágica, alguien de mi clase. En mi familia solo ah habido magos, para explicarlo mejor, nunca ah habido una relación con otros descendientes inferiores, llamémosles, muggles, mestizos o magos nacidos de muggles, por ello se arreglan los matrimonios entre familias de nuestro circulo, o incluso entre nosotros mismos. Los Stoker son una dinastía regida por hombres desde su nacimiento hace trescientos años, nunca nació una mujer al menos no hasta que mi hermana vino a cambiar esa tradición, fui educado para mantener el linaje de mi familia, tal como lo hizo mi padre y su padre, así por más de veinte generaciones. Eso da a entender el por qué de mi pregunta Ely…- Esta vez tomo su mano con delicadeza y al mismo tiempo con firmeza haciéndola comprender lo que implicaba todo aquello- No quiero que de ninguna manera pienses que eres culpable de algo que no sabes, y creo que ese es el mayor problema para la gente como yo- Ahora comprendía muchas cosas- Yo soy de la idea de mantener una mente abierta y una actitud positiva ante casi todo, Elysian, si me dices que uno de tus padres era un muggle o una persona no cien por ciento mago yo… es algo difícil de asimilar pero no imposible porque…- su mirada se poso sobre los ojos de la menor con un temor que no podía ocultar- Ahora comprendo a mi madre… - susurro con vos temblorosa- Lo que quiero decir es que…- Su voz era casi inaudible, volvió la mirada alrededor asegurándose de que nadie los miraba o que al menos nadie conocido, como algún miembro de la orden, estaba ahí.- No me importaría si fueras mestiza…- Podría ser ejecutado de inmediato si alguien de la familia se enteraba de aquello, era una de las reglas principales: No te relacionarás con nadie en casta y pureza de sangre inferior a nuestra familia. Pero aun a pesar de todo, el temor en sus ojos, más que ser por él mismo, era por ella. Solo dos veces en su vida había dejado de ser egoísta, una, cuando renuncio a su hermana y dejo que se la llevaran y dos, cuando se dio cuenta de que estaba dispuesto a cambiar todo aquello en lo que creía y dispuesto a perderlo todo solo por ella.-

*

La manera en que pronuncio aquellas palabras lo hizo estremecerse por que comprendía el por qué lo evitaba, la vida no era fácil para nadie pero con Ely fue más que eso. -Tranquila- apretó su mano suavemente tomándola entre sus manos, acariciándola con cariño, le encantaba sentir el contraste de las temperaturas de su piel, la mano de Ely era tan fría, como si no tuviera vida y al mismo tiempo, no podía creer la cantidad de terminaciones nerviosas que existían, que lo hacían desear no soltarla jamás. -La vida es cruel, la manera en que afrontemos eso es lo que nos hace ser quienes somos, Ely… ambos hemos sobrevivido, de maneras distintas pero lo conseguimos, nadie imaginaría todo eso que me acabas de contar, pero no sabes lo valiente y fuerte que eres.- En lugar de sentir temor, desprecio o cualquier sentimiento negativo, se sentía cautivado por la chica que había sufrido tanto y que ahora podía hablar de ello, de una manera tan vivida que le aterraba pensar que alguien pudiera lastimarla de nuevo. – Los padres no siempre son los mejores ejemplos de nuestras vidas, se que crees que quizás tomaste el camino incorrecto pero cada quien elige quien quiere ser… Yo soy un narcisista con aires de grandeza, despiadado, sin sentido de la compasión, y pude haber sido diferente pero no lo quise, así que… nada podría cambiar mi forma de pensar sobre ti. Yo… quiero, deseo poder hacer que esos sentimientos cambien, hacerte feliz de la manera en que tu lo has hecho conmigo desde que te conocí.

Cada día que pasaba se volvía monótono, aburrido, perdía por completo el sentido, aunque se encontraba mucho más tranquilo que en los días anteriores, era algo confuso, era como si la pasión de su vida se hubiera extinguido por completo.

 Ni siquiera el día de una de sus clases preferidas estaba emocionado. Hacía las cosas por obligación, se vistió y arreglo por costumbre, fue a la biblioteca a estudiar por que ya era rutina, comía muy poco porque era necesario para rendir el día y dormía mucho menos, comenzando a formársele tenues ojeras debajo de los ojos, eso no era atractivo, debía hacer un esfuerzo, pero le era imposible no pensar demasiado en lo fácil que le había resultado a Ely ignorarlo aunque eso era lo que quería, era frustrante.

 Entro al aula sin demoras, justo a tiempo, con semblante serio, sentándose en primera fila, observando al profesor, hasta que comenzó la clase.

 El profesor “Ler” era de lo más interesante, a Reggan le habría encantado conocerlo antes, pero ahora ni siquiera tenía ganas de criticarlo de manera constructiva. Tomó un pergamino y comenzó a escribir lo que les pidió el profesor:

 -Reggan B. Stoker, Slytherin. No poseo habilidades en cuanto a transformaciones de mi organismo pero soy vidente. Asistí el bloque anterior a su clase. No tengo fobias o alergias.

 El profesor estaba más nervioso que nunca, era evidente, no solo por sus tartamudeos si no por su comportamiento.

Re:

“Era tan extraño, no tenía sentido, pero nada en su vida lo tendría, a partir de hoy. “

||Privado|| Flashback || El día en que perdí lo único que me mantenía cuerdo || #NaturalMGC #TagAnimalesFantásticos #TagMágico ||

Día 2: Basilisco.

En mi familia, nunca había nacido una mujer. Esa fue una tradición que nos precedió desde hacía trescientos años, desde las primeras generaciones hasta las actuales. Por ello, hace dieciséis años, cuando Catherine, mi hermana menor, nació, todo se volvió un completo lío para nuestra familia.

Un hijo, un heredero, el primogénito legítimo y nada más. Los matrimonios eran arreglados entre familias de nuestra clase, buenas esposas, fieles a la causa. Todo eso cambió cuando llegó mi madre; Lilith Lioncourt. Si bien los Lioncourt eran una familia de magos tenebrosos, ella era distinta en muchas maneras, ella no predicaba la magia tenebrosa, era una bruja que adoraba la magia de la naturaleza, aquel poder antiguo que siempre había gobernado nuestro mundo.

Una bruja natural de su tipo, adoraba la belleza legitima de las cosas, ella me enseño todo lo que se sobre arte, música, tocaba el piano, el chelo y el violín de una manera tan brillante y hermosa, ella fue mi musa por mucho tiempo, incluso antes de saber que significaba aquella palabra, fue la persona a quien más cercano eh sido prácticamente toda mi vida. Solo ha habido dos personas así, ella y mi hermana, Catherine. Mi padre se la pasaba viajando, eran raras las veces que estaba en casa y esos días solo pasaba el día dándome lecciones sobre magia, nunca tuvimos una relación fuera de las practicas, y aquello sucedía con mi madre, se la pasaba trabajando, por ello la noticia de mi hermana nos tomo a todos por sorpresa, yo estaba feliz, pero era el único, comenzaron a haber sospechas que fueron comprobadas mucho después, fue la época en que mi padre comenzó a pasar más tiempo en casa, solo para repartir golpes e insultos contra ella, era terrible tener que ver a la mujer que era mi heroína volverse una persona sumisa y retraída, algo completamente distinto a su naturaleza, pero comenzó a temer por su vida, era comprensible. Lo que me mantuvo al margen durante todo ese tiempo para no intervenir, vamos, era un niño de ocho años, poco había que pudiera hacer entre esos dos, pero había alguien a quien podía ayudar, mi hermana menor, que sufría, por la falta de nuestra madre que se pasaba los días enteros encerrada en su habitación y porque mi padre la despreciaba enormemente, la ignoraba completamente y dejo de preocuparse por ella, era aterrador. Se volvió mucho más estricto y severo conmigo. Unas semanas después de que los azotes comenzaron nos dieron la noticia de que mi madre estaba muerta. Nos hicieron caminar tras el ataúd, un paramo solitario y nevado mientras nuestros parientes más despreciables y cercanos, sin ninguna clase de dolor o tristeza solo se deshacían de un problema, me tomo mucho tiempo comprender que había sucedido, pero aquella frase que ella me dijo solo unos días antes se quedo conmigo para siempre: Si algo me pasa, tu padre es el responsable.

No paso mucho para que él también fuera asesinado, antes de morir me confesó que él no había sido responsable. Yo nunca le creí, creo que si aun viviera yo mismo lo mataría con mis propias manos. Todo resulto ser un caos, al parecer Lilith lo estuvo engañando desde poco después de que se casarán, un par de años para ser exactos, con alguien que no era de nuestra estirpe, un mestizo, el peor insulto para nuestra familia y la de ella, pero eso no era lo peor, se creía que Catherine había sido el resultado de esa unión prohibida, por lo que la niña comenzó a ser aborrecida por todos, y ella lo sabía, lo sentía, creía que nunca debió de haber nacido, Ree, sin saberlo la protegía de todo y todos, muchas veces trataron de matarlos, y todas las evitó cuando quedaron a cargo de su tío, hermano de su abuela. Personas despreciables que constantemente los asediaban. Se tomó una decisión, al no poder deshacerse del “problema” al menos lo alejarían.

-¡REE! ¡NO DEJES QUE ME LLEVEN!- El niño de pie junto a la escalera contemplaba la escena que se desarrollaba frente a sus ojos, Catherine tiraba con fuerza de la mano de una de las sirvientas, pataleaba y gritaba en medio del llanto, intentando soltarse de su agarre, una pequeña maleta reposaba a su alrededor, hacía poco acababan de celebrar su cumpleaños número once, solos en su habitación, entre risas y canciones, solo se tenían el uno al otro y ahora se la estaban llevando, sin saber a dónde. Ella no tenía miedo de a donde pudieran llevarla, temía por que la estaban alejando de la única persona que había sido buena con ella en toda su vida, de su hermano. Pero Reggan no se movió, ni siquiera dijo algo para despedirse.

Hacía solo unos minutos antes su tío se acerco a él, le planteo una idea, una remota idea de lo que la estancia de su hermana en aquella casa significaba y significaría a largo plazo. Él no pensaba en sí mismo, si no en lo que sería mejor para la pequeña Cate, quien aun estaba a tiempo para vivir una vida lejos de este lugar, alejada del desprecio, de la indiferencia y el dolor, él se quedaría, siendo el heredero legitimo si intentaba escapar ella también moriría, renunció a quien era su razón de mantenerse firme ante las adversidades, la única persona que lo entendía, quizás la única a quien llegaría a amar de aquella manera en su vida, su hermana, su mejor amiga.

La nieve se colaba por la puerta principal que permanecía abierta mientras la sacaban por la fuerza. Siempre viví en Transilvania, el castillo Vlad había sido maldito con un invierno perpetuo y nunca antes en mi vida había tenido tanto frío como ese día.

Los ojos del menor se llenaron de lagrimas, pero permaneció inmóvil, con la mirada fija en los ojos azules llenos de miedo que ya no estaban, la puerta se cerró de golpe dejando un silencio absoluto en la estancia, las lagrimas caían pero no se movió, estaba petrificado, hasta el anochecer que regresó a su habitación en la que duró una semana encerrado, sin comer, sin hacer nada más que pensar en que todo aquello había sido lo mejor para Catherine, aunque lo odiará después nunca podría perdonarse a sí mismo que siguiera sufriendo en aquel lugar lo que ahora él tomaría como un estilo de vida. Ese día perdí todo lo que me volvía humano, lo que mantenía aquella parte de mi alma que no era tan mala, dándole paso a mi verdadera naturaleza, mi verdadera y terrible realidad.

|| Nota encantada en forma de serpiente + Investigaciones ||

 Profesora Muniz:

 Aquí entrego mi tarea para su clase, esta es mi primera semana y debo mencionar que su clase es la que más me entusiasma, me habría gustado tomarla desde el principio pero me adaptare rápido a sus métodos de trabajo. Un placer saludarla.

 Que tenga una linda noche.

 || Reggan B. Stoker ||

  Investigación: La magia en la civilización Egipcia:

https://www.facebook.com/notes/reggan-b-stoker/-dcao-investigaci%C3%B3n-1-/146059035850057

 Investigación: Maldición Inferio: https://www.facebook.com/RegganBStoker/posts/146074389181855

Sacudió un poco su cabello haciendo que varias gotas de agua se precipitaran hasta el suelo. Desabotono sus pantalones y bajo la bragueta justo a tiempo para escuchar la tenue voz de Ely diciéndole que no estaba lista para estar con un chico ¿A qué se refería? La mente de Reggan estaba tan distraída que su última idea fue que ella se refería al sexo, cuando llego a esta conclusión sus pantalones ya estaban en el suelo y sus mejillas más rojas que nunca.

 ¡¡QUE!! Jamás creyó que Ely pudiera malinterpretar la situación, además Ree no lo haría con una chica inconsciente, al menos no su yo del presente. Se sintió expuesto, como si ella hubiera tocado una fibra sensible en él con ese tema respecto a ambos. Era como hablar de un tema del que no se sabía nada, y es que Reggan, en su inmenso amor por Ely no había imaginado ese momento, porque sabía que cuando llegará sería completamente mágico, luego de eso pasaron tantas cosas que esto lo tomo por sorpresa.

 Rodeo a la cama y se acerco a ella:

 -Ely, eso no es lo que sucede, te  desmayaste y te traje a la enfermería, tu ropa estaba empapada y la enfermera me dijo que te quitara la ropa… o quizás solo lo imaginé- Eso lo dijo en un susurro, aun no entendía que había pasado.- Así evitarías un resfriado, yo también estaba empapado así que hice lo mismo.- se sentó al borde de la cama hablándole con paciencia y delicadeza- ¿Cómo te sientes? ¿Estás bien? No tendrás algo de fiebre…- extendió su mano rosando la frente de la menor que bajo acariciando su mejilla, sin poder dejar de mirarla, era como si ambos recobraran la vitalidad que tanto necesitaban.- Ely… cuando te desmayaste dije algunas cosas que… lamento todo lo que te hice pasar, que te amo incondicionalmente y que siempre voy a luchar por ti, con mi vida, soy tuyo, lo dije una vez y eso nunca fue un engaño, te pertenezco absolutamente.

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