“Furthermore, “the decline in population, due to a mentality against having children and promoted by the world politics of reproductive health, creates not only a situation in which the relationship between generations is no longer ensured but also the danger that, over time, this decline will lead to economic impoverishment and a loss of hope in the future. The development of biotechnology has also had a major impact on the birth rate”. Added to this are other factors such as “industrialization, the sexual revolution, the fear of overpopulation and economic problems… Consumerism may also deter people from having children, simply so they can maintain a certain freedom and lifestyle”. The upright consciences of spouses who have been generous in transmitting life may lead them, for sufficiently serious reasons, to limit the number of their children, yet precisely “for the sake of this dignity of conscience, the Church strongly rejects the forced State intervention in favour of contraception, sterilization and even abortion”. Such measures are unacceptable even in places with high birth rates, yet also in countries with disturbingly low birth rates we see politicians encouraging them. As the bishops of Korea have said, this is “to act in a way that is self-contradictory and to neglect one’s duty”.”
— Pope Francis, Amoris Laetitia
Lorsque notre nourriture, nos vêtements, nos toits ne seront plus que le fruit exclusif de la production standardisée, ce sera le tour de notre pensée. Toute idée non conforme au gabarit devra être éliminée.
John Steinbeck - A l'Est d’Éden - 1952
Moorish dancer from North Africa
French vintage postcard
Num mundo em que inverteram os valores,
Criar as nossas próprias regras e maneiras de ser feliz
É a única forma de não nos deixarmos esmagar
Pelo egoísmo
E ignorância
De quem já se perdeu no meio do caminho.
“Marital love is not defended primarily by presenting indissolubility as a duty, or by repeating doctrine, but by helping it to grow ever stronger under the impulse of grace. A love that fails to grow is at risk. Growth can only occur if we respond to God’s grace through constant acts of love, acts of kindness that become ever more frequent, intense, generous, tender and cheerful.”
— Pope Francis, Amoris Laetitia
Si, hoy solo vengo aquí a escribir una oda al lamento, quizá no una oda persi un lamente muy seguramente; y es que canciones ya me sobran y sobrán en el mundo, es solo un nudo ya atado y desatado miles de veces. Qué suerte tan desgraciada la de seguir perdiendo personas y no saber por qué, es como la total negación la felicidad deseada ¿Qué hay de toda esta agónia? Y es que dicen que jamás se va, que siempre está ¿Por qué? Mira, no deseo esto toda la vida, solo sé que algo en algún momento tiene que suceder así solo sea este derramamiento de letras aguadamente inpensadas. De verdad que no pido mucho de nadie, no pido mucho, es el único deseo de amor, el deseo de saber y la certeza de algo mutuo. Ahora siempre la pregunta del cuando o el qué se está haciendo mal ¿Qué hice mal en mi vida? Aún no logro comprender la lejanía, la distancia y la frialdad, son conceptos que este corazón ya lleno de pesares no entiende, corazón aún cálido pero todos los días atacado por la fría duda, la fría tristeza del no ser de alguién, es meramente una oda a la tristeza perpetua.
Hay que ser realmente honestos y es que la felicidad no está en las cosas, la felicidad está en alguno de nosotros, a veces muy pero que muy apagada y falta algo real, algo de llama para encenderla. No es la necesidad de querer a alguién, es que necesitamos un apoyo mutuo de verdad, necesitamos de alguién alguna vez. Tenemos que ser esas personas, dejar de esperar, solo serlas.
Hoy estoy de píe frente a la tragedia con lagrimas en los ojos y una píel de gallina que solo mis rodillas por milagro mantienen la estructura poco viva en la que habita mi alma quebrantada. Todo se nubla muchas veces, pero como dice esta canción que suena ahora mismo "dejar atrás no es olvidar, hoy lloverá..." Ya casi siempre lo que vivo es lluvía, por favor, anhelo el sol y un poco de brisa de veranos, una sonrisa leal y unas palabras eternas que sean de total certeza a lo real del alma...
Fairy and Griffon (1876) by Gustave Moreau
Austrian vintage postcard, illustrated by the Art Nouveau artist Raphael Kirchner, mailed in 1908