Lo abrigué con estrellas, pero aun así se fue.
La primera vez que te vi, honestamente no sabía que ibas a ser tan importante para mí...
Hay una leyenda sobre un pájaro que canta sólo una vez en su vida, y lo hace más dulcemente que cualquier otra criatura sobre la faz de la tierra. Desde el momento en que abandona el nido, busca un árbol espinoso y no descansa hasta encontrarlo. Entonces, cantando entre las crueles ramas, se clava él mismo en la espina más larga y afilada. Y, al morir envuelve su agonía en un canto más bello que el de la alondra y el del ruiseñor. Un canto sublime, al precio de la existencia. Pero todo el mundo enmudece para escuchar, y Dios sonríe en el cielo. Pues lo mejor sólo se compra con grandes dolores… Al menos, así lo dice la leyenda… ― Colleen McCullough.
Puedo sentir tu respiración a lo lejos, y aquel suspiro que espero sea mío.
Take me into your lovin’ arms.
No me hagas ansiar el pecado...
Un beso mío es lo que debes desear cada vez que me veas.
Aquellos momentos que solía extrañar... Han vuelto.