Sofi, Sofi. - Acurrucada Sofía dormitaba, miraba el techo cada tanto en un entreabrir de sus pequeños ojos, y cada vez que sonaba algún trueno por sobre ese cielo ennegrecido volvía a quejarse instantáneamente. - Sofía. - insistí.
No tenía la suficiente fuerza como para rotar, mirarme a mis ojos (bastante más simplones que los suyos) y resumirse en esta noche. Entonces no había habla, no había palabra alguna, había ojos dolidos de un estanque vital. Había unos ojos duda, unos ojos que seguían buscando en todo aquello que demuestra nadas.
- Flameó, So, Flameó en la noche y comenzó a aletear dando círculos, como custodiando un tesoro, y el caballero lo observaba, lo medía lo entendía e iba a analizando.
De pronto el cielo de concreto por encima de Sofía comenzó a teñirse de colores, a dibujar dragones y flamas, pero no tesoros. Bastaba mirarla a los ojos para ver a la historia completa, bastaba posarse en ese instante de ilusiones para enamorarse algo de este mundo. Bastaba perder a Sofía, una vez más, para encontrarse.
Tácticamente era un suicidio, ¿pero exponerse al máximo por un tesoro descomunal podría voltear el panorama? Había detestado toda mi vida al sin valor, al antivalentismo, a quien preservaba sus posturas por encima de los todos y se quedaba contemplando a los peligros. Era la táctica infalible, morir con los brazos vacíos desde la tibieza de un refugió sin exponerse a dragón alguno. Pero quién iba a explicarle de táctica a un sinsentido, a un demente, a un herido y sus pobres armas desafiladas de tanta guerra perdida, ahora erguido, ya sin sueños, parado entre las praderas mirando de frente al fin. Y el fin que mira como dragones en sus abusos de soberbias, casi que cada chispazo era una mueca de desidia y humores entrelazados.
Tememos a la muerte por su caracter de libertad, tememos a las libertades por sobreexponernos, y cómo no temer a la muerte entonces, si es quien, a fin de cuentas, nos libra de esta vida.
¿Y si el dragón se ríe desde otra postura? Y no de la muerte, un dragón no se ríe solo de la muerte, y por dentro sufre, y matar al caballero embebido en su locura no le es siempre un placer. Sofía, el dragón sólo dragoneaba mientras clavaba en el pecho de aquel jóven sus dientes enrrojecidos. Matar al jóven nuevamente, pensaba, matar al jóven y exponer sus falencias, matar al jóven para endurecerlo, para enloquecerlo, para enseñarle. Porque tantas guerras había perdido de esta forma. Sin siquiera ver, que todo tesoro estaba en el palacio, y que el dragón sólo sembraba un caos de fantasías.
Sembrar el caos como principio natural, enfrentarlo como contraparte. Y que la costumbre de cielos oscuros lluviosos no nos envuelva, So, toda calma es un pasaje a otro desemboque bestial. Y a las bestias hay que enfrentarlas y no solo por su bestialidad, porque ésta última, depende también del heroísmo. Es tan cruel el miedo que le saca heroísmo al caballero y bestialidad al dragón en un mismo tiempo y lugar. No hay paz en ningún punto.
Enferme,
No quería comer,
Dormir era algo que no podía,
Y si lograba dormir
Me atormentaba esa pesadilla,
Era la misma cada maldita noche,
Enferme y lo único que hice fue ceder ante esta depresión.
-Romantico Singular
“I have a million things to talk to you about. A million things we have to talk about. All I want in this world is you. I want to see you and talk. I want the two of us to begin everything from the beginning.”
—
Hoy no quiero fingir estar bien, Quiero salir y dejarme ser, Con mis lagrimas, Mi verdadero sentimiento.
Quiero dejar de fingir, Y al menos no tener culpa, Por guardarme todo, Y si, llorar.
Perdón, pero me he cansado, De ser alguien que no soy.
-Mars.
Voy a extrañar tus cejas pobladas, tu cabello castaño, tu palida y cálida piel, la suavidad de tu tacto con mi cuerpo, tus mejillas al sonrojarse, voy a extrañar esa mirada profunda y clara, esos ojos color sol, tus labios suaves al besarme, tus brazos protegiendome al abrazarme, tus risas de mis chistes malos, tus sonrisas al encontrarme con la mirada, tus manos llevandome por la calle y por la vida, voy a extrañar el sonido y el calor tu respiración, extrañaré tu forma inquieta de dormir, extrañaré el tic ocasional de tus ojos, tus dientes blancos, tu cabello despeinado después de hacerme el amor, voy a extrañar tu ternura, voy a extrañar tu breve manera de escribirme y tu cursi manera de hablarme frente a frente, nuestra ida al estadio, voy a extrañar esas pestañas claras, tus trucos, sin duda tus defectos, las luchitas de cosquillas en la cama, voy a extrañar las discusiones sin sentido, las tardes en tu sofá mirando televisión, extrañare los días de películas que vimos juntos incontables veces y jamás nos aburrimos, las idas al cine llenandonos de comida, extrañare cuando te daba mi refresco cuando acababas con el tuyo, nuestras travesuras y aventuras, las noches de desvelo charlando, voy a extrañar los domingos de picnic en la habitación, los días que no sabiamos que hacer y acababamos improvisando; extrañare los días que me embriague de alcohol y de tu amor al mismo tiempo, tus besos de mil sabores, tu pasión, tu corazón de niño… Podria pasarme el rato diciendo todo lo que ahora mismo ya estoy empezando a extrañar y que extrañaré de ti ahora que dejemos de estar juntos… Básicamente extraño y extrañaré todo lo que viví a tu lado, todo lo que nos faltó vivir, todo lo que me recuerde a ti, te extrañare a ti por completo.
(via memyselftndtime)
Extraño a mi otra mitad
Cuando estamos separados
If I could fly - One Direction.
Me desperté con el alma amoratada, recordando cómo lo conocí. Él era un romántico que me hacía reír a diario y convertía el invierno en una simple estación, de esas en las que los trenes dormidos no aparecen porque todo está en su lugar. Y ahí me quedé. Tres meses de paulatino hastío en lento crecimiento. Antes de eso yo era una chica sencilla, sin demasiadas preocupaciones. No sé en qué momento llegué aquí. El espejo me devuelve siempre la misma imagen: un hombre que me agarraba las entrañas, una mujer suave, extraña, que apenas reconozco ahora. He estado observando estas paredes durante quince minutos hoy. El mismo número de lágrimas que derramo todos los días. Y cada día es una menos, o una más según el momento. No he dormido nada, y sin embargo aquí todos creen que estoy en coma, que voy sonámbula derramando las miasmas que desprenden mis oídos. No es así. Llevo tres años en ayunas, cuatro días observando estas paredes blancas, y cada día me convenzo más de que no puedo ver. Están goteando sobre mi garganta las burbujas del veneno, y yo mientras estoy imaginando cómo se sentirá el aire dentro de ellas, porque me siento tan huérfana como él.
SOFIYA (2016), episode 1
No quiero perder a alguien más…