Extrañando el calor
Los escucho ladrar en mí cabeza.
Chao chiquillos, Portense bien.
Pequeños Invasores
Nunca asumas que lo tienes todo ganado. Lucha por ello todos los días.
Se supone que tu pareja es tu espacio seguro, no otra batalla en tu vida.
No pierdas la fe en mí.
Esta noche te besaría toda,
sin pedir permiso,
como el viento que roba el perfume
a los pétalos entreabiertos.
Llegaría al final del camino
—ese lugar donde la piel
ya no tiene mapa—
para perderme en ti,
en tu respiración lenta,
Fundirme Caótico
Hoy te besaría así y
Rompería las horas sin vos
amontonadas en las esquinas del dormitorio.
@mafer1606
Te Deseo
Una noche de insomio
Y una montaña de Nudes.
Revista de recortes.
“Cómo me leías el cantar de los cantares ¿Recuerdas? Bellos son tus pies en las sandalias, hija de príncipe. Leía la biblia todas las noches y las pasaba pensando en ti. Tu ombligo es una carretera redonda donde nunca falta el vino mezclado. Tu vientre es como un campo de trigo cercado de lirios. Tus senos, dos gacelas mellizas y tu cuello una torre de marfil. Mi amado y yo nos pertenecemos. Habían momentos en que no podía más. No hacia otra cosa que pensar en ti, y pensaba, Deborah vive, está fuera, existe, y lo soportaba todo. ¿Sabes lo importante que era eso para mí?” — Érase una vez en América (1984)
Imagenes que Gritan Japon