El hombre que ya no soy tiene sus propios recuerdos.
Benjamín Prado
Vier., 21 de oct. de 2022
Tu boca pronuncia, se mete en mi pecho, me parte, me cuida, pero no hiere. Se desliza(), sin permiso, como un pequeño nudo o un precioso agobio. Incluso, si el amor es un espejismo, eres esa costumbre que no puedo arrancarme del corazón de un solo suspiro; si es que yo no soy para tanto y tú eres para todo. Tanto que olvido la dirección del tiempo entre las calles y doy vueltas() esperando encontrar lo que nunca quiso ser encontrado, pero, aun así, no se resiste. Tú boca pronuncia, tan real y pura, la totalidad de tu sonrisa y a mí me devoran los latidos. Algún día, un fatídico fallo cardíaco detendrá mi corazón, pero tú, tú seguirás acá, a un ladito del alma, latiéndome…, y siendo tan inmortal como el mismísimo tiempo.
Domingo, 14 de marzo de 2021
5:39 p. m.
Caigo dormida en las olas de su sonrisa cuando un suave te quiero, en mis labios, rompe febrilmente sobre los suyos. Siento mi mundo entero encandilarse a un ladito del corazón, preservando el encuentro de nuestros mundos contenidos en nuestras miradas. Dejo que mis ojos acaricien cada arista de este relieve. Los dejo únicamente ante la inmensidad. Ante la mirada incandescente capaz de despertar el preludio y el ritmo laborioso de las aves cada mañana. Esa mujer ha estado bailando en los principios del universo sin cotejar las consecuencias. Almas que formaron galaxias enteras en un suspiro dentro de la red cósmica en la que coincidieron con ella. Cada día reafirmo que su espíritu enaltece su existencia. Esa mujer es la fuerza que genera el movimiento. El paisaje conmovedor del cielo recorre la mitad del alma del mundo para volver a escuchar la lira de Orfeo en sus manos. Es mirarla con el alma encalmada y la vida cubierta toda de un tono cobrizo intenso como sus ojos. Es no soltar su mirada distraída ni un solo instante. Esos ojos, que no le pertenecen ni siquiera a la propia inspiración, son el reflejo de su historia.
10 de diciembre de 2019
(...)Pero a las estaciones les da igual cuál prefieras de entre ellas; las hojas no caen para complacerte, no llueve porque estés triste ni la antítesis de la alegría viene con la soledad, las palabras y el canto de los pájaros no llegan para ti. Para mí, amor significa... (poesía), no ninguna mujer; aunque esa mujer lleve el alma en los ojos y la vida en su sonrisa.
Sáb., 26 de dic. de 2020
Hay días que se cuentan solos, que no se pueden resistir y nos hacen sonreír por una muchacha. Ay, muchacha de mi vida, selva viva y fuego del alma, yo suspiro el mundo entero cuando te veo pasar. Me crecen nuevas flores en cada lápida de mi corazón, brotan de repente tallos elegantes, tiernos y rebeldes que se envuelven con los aires suaves de tu sonrisa, y hacen gritar al camino: Por acá está pasando la verdadera vida.
“Hay un niño dentro que convive contigo, tú no puedes llorar porque has aprendido, pero ese pequeño jamás aprende, porque siempre se aprehende de los sueños y vive más con el corazón que tú con los desaciertos que has tenido. A él nadie lo consuela, pero llega un momento donde su llanto es incontrolable y tú no puedes hacer nada para callarlo. Es la voz frágil que mora con la inocencia…”
— Firthunands
Estrofas para música
No digo - No esbozo - No respiro vuestro nombre, Hay pesar en el sonido - habría culpa en la fama; Pero la lágrima que ahora arde en mi mejilla puede dar cuenta Del profundo pensamiento que habita en ese silencio del corazón.
Demasiado cortas para nuestra pasión, demasiado largas para nuestra paz, Fueron aquellas horas, ¿puede cesar su alegría o su amargura? Nos arrepentimos - abjuramos - deseamos romper nuestra cadena; Debemos separarnos - debemos volar a - unirla otra vez.
¡Oh! Vuestra sea la alegría y mía sea la culpa, Perdonadme adorada - abandonadme si lo deseáis; Pero el corazón que porto expirará sin haber sido rebajado, Y los hombres no lo quebraran - sea lo que sea que podáis vos.
Y firme ante el altivo, pero humilde ante vos, Habrá de ser mi alma en su más amarga oscuridad; Y nuestros días han de ser más rápidos - y nuestros momentos más dulces, Con vos a mi lado - que con el mundo a nuestros pies.
Una visión de vuestro dolor - una imagen de vuestro amor, Habrá de cambiarme o confirmarme, de castigar o reprobar; Y los sin corazón podrán maravillarse de tanto a lo que renunciamos, Vuestro labio no habrá de responder a ellos - sino al mío.
Lord Byron
Eloise, aún sigo batallando con las cosas sencillas, parte de mi vida se va en eso, moverme en ese sin fin de afanes y de azares que todavía no me sale equilibrar e integrar del todo. Gracias a ti ahora mis ojos ya no quieren desacostumbrarse a la celeridad de los días de enero. Cada vez que la felicidad me mira a los ojos, lloro