Hey, people who have Twitter, let's talk about cleaning? Currently, I would like to ask you to report this account: https://twitter.com/E12Matler It is currently an account created to give hate to CCs, and it disguises itself as different fandons, it is currently disguising itself as Guapoduo, but even before disguised itself as Patito, and so far it has played hate on Cellbit, Roier, Quackity, Baghera, Spreen, and Brazilian community in general…Don't repost, don't give fame, report it as ``Spam´´ and Hate.
P.S.I generally don't bring much of the tweeter here, 99% of my blog is for QSMP theories, but it's becoming unsustainable because this person is attacking everyone and tarnishing the image of different fandons for this.
hi! paraphrased but I bring you the main points from quackity's recent stream:
The administrative team that "has caused harmed" has been fired.
After that he started an analysis of the server's finances.
The server will have to slow down in rythm.
There are no longer volunteer positions and no update accounts. He wants to reintegrate people as time passes and if the finances allow it.
Now CCs will have full control of their stories and lore
The new forms of gameplay will be more relaxed, they are checking the competitive parts of the server.
He asked us to expect official announcements on the situation. Because there is a lot of "incomplete" information going around.
Tomorrow there is a welcome for the rest of the korean ccs joining the server. (9 am México time)
These are the bulletpoints, the rest was repeating that he is commited to changing and fixing things and will continue with communication and work as this re-structuring is a process.
plz change your icon from the default little shape dudes, otherwise ppl might think you're a bot and block/report you
alright go back to scrolling ^^
a la nueva ola de migradores de Twitter que llegan a qsmpblr:
sea amable, sea respetuoso. aprenda a etiquetar correctamente sus publicaciones (especialmente discourse y negatividad) y filtrar las tags que deseas ver. no toleramos la xenofobia y el odio hacia ninguna comunidad o administrador de habla lingüística, y no eres bienvenido aquí si lo haces. no empiecen peleas y dramas sin motivo, esto no es Twitter.
recuerden que ustedes son los que ingresan a NUESTRA comunidad, Tumblr tiene nuestra propia cultura de hacer cosas que está escrita en piedra y tendrán que aprender eso si quieren estar aquí. si no puedes ser respetuoso, la mayoría de los usuarios te bloquearán.
si puedes hacer todas esas cosas, ¡bienvenido! te prometo que tendrás una experiencia mucho más placentera aquí, estamos felices de tenerte :3
tenga una experiencia positiva, reblog publicaciones a menudo y cambie sus íconos para que no parezcan bots por favor 🙏
| Un espectador.
Filho... Filho... Filho...
Esa palabra repercutía en la mente de Pepito. Él siempre se encontraba en silencio cuando estaba cerca de Cellbit y Richarlyson. Le gustaba observar la dinámica de ellos, y externamente podía ver cómo se perdían en el mundo de ellos.
Era incluso para él una grosería reventarles la burbuja.
Y sólo a veces, pensaba que le sería imposible integrarse a ellos.
Él era Pepito. Sólo Pepito. Y escuchar varias veces su nombre por su padre Cellbit, lo hacía sentir bien, visto por él.
Pepito tenía la esperanza de que un día, Cellbit lo miraría y lo llamaría de filho, lo vería como suyo también.
Un día...
Pepito soñaba con ese día.
Pero ahora simplemente sonreía de estar a su lado, no le importaba si no le prestaba atención, hacerle compañía era una felicidad plena para él.
Así que no estaba desanimado, tenía certeza de que su deseo se cumpliría, una vez sucedió, por lo tanto debía ser paciente.
Pepito era bueno esperando.
Pero poco sabía él, que en un futuro vendrían tiempos oscuros para la familia.
Qué suerte que Pepito tenía el don de la paciencia, porque la necesitaría...
(Algo corto y rápido porque tengo ganas de chillar :D)
| Pequeño Vigilante.
. . . .‿‿‿๑❀๑‿‿‿ . . . .
Cellbit tenía apoyada su mandíbula en una de sus manos mientras observaba su mansión en construcción. En su mente la estaba visualizando ya terminada, pero por supuesto no era sencillo extraer lo que imaginaba a la realidad.
Todo era prueba y error.
Era oscuro por la noche, el mejor momento para ponerse a construir sin la presencia de sus queridos vecinos que pudieran interrumpir su trabajo. No era molesto cuando venían, pero precisaba terminar su casa para relajarse y disfrutar con su hijo Richas el mundo que tenía por delante, ese nuevo comienzo que le habían otorgado.
Sin embargo, desde hace unas cuantas noches atrás, sentía la presencia de alguien acechándolo. Sus sentidos se fueron agudizando mucho más por el tiempo que pasó en el Purgatorio, por lo tanto, no pasó por alto que lo estaban vigilando.
Pero lo ignoraba, ¿por qué? Por la sencilla razón de que no le resultaba una amenaza. Su vigilante se trataba de un pequeño niño de rizos castaños, lentes enormes para su cara, un conjunto enterizo de rayas rojas y blancas tan llamativos como para fallar en esconderse. De la mano tenía una oreja de conejo blanco que en ese momento arrastraba, lo cual le sorprendía porque cuidaba a ese conejo con su vida.
Se trataba de Pepito. El hijo de su esposo Roier.
Hijo de Roier…
Era tan… agridulce pensar en Roier nuevamente como un papá con un hijo propio, aunque ya era padre de Richarlyson, entendía que la situación no era lo mismo.
Aún no conversaba apropiadamente con él sobre ese tema en particular, ¿qué sentía al tener nuevamente la responsabilidad de cuidar un hijo propio?
¿Estaría feliz? ¿Tendría sentimientos conflictivos? ¿Estaría cómodo con este nuevo cambio otra vez?
Por lo que había observado de él en sus varios encuentros, lo veía tan… Feliz.
Sin embargo, en su corazón persistía una sensación rara, cómo si no fuera correcto algo.
Aunque era consciente que tener una conversación de sentimientos con Roier significaba tarea complicada, ahora le parecía más difícil que nunca.
Pero empujaba todas esas voces que le susurraban al oído que algo andaba mal hasta el fondo de su mente. Ignoraba completamente ese hecho y preferiría vivir engañado que todo se encontraba bien, lo necesitaba después de tanto tiempo alejado y luchando en una isla del infierno.
Regresando al presente, por el rabillo del ojo notó al pequeño niño que fallaba en esconderse, estaba en una esquina de la casa, asomando levemente un poco su rostro, no percibiendo que la mitad del conejo arrastrado delataba su posición.
Casi sonrió ante esa imagen, pero la contuvo porque el niño lo estaba observando.
Se dio media vuelta, dándole la espalda y caminó hasta la orilla donde tenía ese cauce que rodeaba el pequeño cerro donde ubicó su hogar.
Pepito, Pepito…
Al ser hijo de Roier, eso significaba que él era su… ¿Papá?
Arrugó el entrecejo al pensar en esa palabra, y a su audición llegaron los pequeños pasos de Pepito siguiéndolo.
Si era sincero consigo mismo, sentía miedo, no sabía si era correcto llamarlo su hijo después de aquella vez cuando tuvieron una reunión milagrosa con Bobby.
Su lado racional le decía que no había nada de malo, al estar casado con Roier, por ley era considerado su hijo. Pero por otro lado, todavía no habían convivido demasiado como para crear lazos de esa manera.
Le sorprendió y enterneció qué Pepito ya lo llamara de su Apa nada más conocerse. Por lo visto, Roier no dudó en dejarle claro que también era su papá.
¿Pero por qué le resultaba tan difícil llamarlo hijo en voz alta?
—Pepito… —lo llamó, terminó girándose para encararlo, el pequeño niño abrazó su conejo y lo miró sorprendido de ser atrapado.
Casi se rió porque pudo leer sus pensamientos en su rostro.
¿Cómo supo que estaba detrás de él?
Era lo que probablemente estaba pensando Pepito.
—¿Cómo supiste que era yo? —preguntó Pepito, ladeando la cabeza tiernamente.
Cellbit quiso agarrarse el corazón porque ese niño era endemoniadamente lindo e ingenuo.
¿Cómo se atrevía a estar cerca de un ser tan puro?
Agradecía enormemente que Richas estuviera atento a él porque tendría la tranquilidad de que nadie se metería con él al ser protegido por su hermano mayor.
—El conejo te delató —respondió, agachándose a su altura.
Pepito frunció el ceño y levantó al conejo para mirarlo con enojo, tenía esa mirada acusatoria.
Cellbit esta vez sonrió tenuemente, reprimiendo las ganas de abrazarlo y besar sus mejillas.
—Pepito, ¿por qué te escondes? ¿Me temes? —Hizo las preguntas que rondaban en su cabeza desde que descubrió a Pepito espiarlo varias veces.
Pepito agrandó los ojos y lo observó casi con pánico, negó muchas veces con la cabeza, se acercó unos pasos y puso su mano en su antebrazo, como queriendo afirmar que para nada le temía.
—¿Entonces? —instó a que le diera una respuesta al ver que continuaba sin decir nada, sólo lo miraba como si esperara que le leyera la mente.
—Pepito te quiere mucho —respondió en voz baja y tímida, bajó la cabeza un tanto avergonzado.
Cellbit alzó las cejas y ladeó la cabeza, su corazón se llenó de un sentimiento cálido y una comisura de su boca se levantó.
—¿Te escondes porque me quieres mucho?
Aún así, quería oír de verdad esa respuesta.
—Es que… —Lo vio morder su labio inferior y su mirada se desvió a las flores que había alrededor—. Tengo mucha curiosidad sobre ti. —Sintió que la pequeña mano que lo sujetaba apretaba su antebrazo, como si temiera que se alejara—. Pero no quiero incomodarte, ni invadir el espacio tuyo y el de Nito.
Cellbit parpadeó varias veces y suspiró levemente.
—Pepito, eres bienvenido en venir. No debes esconderte.
Pepito por fin levantó la cabeza para encararlo y frunció el ceño con confusión.
—No soy tu hijo —pronunció sin malicia, pero que aún así fue una daga para su corazón escucharlo.
—¿Cómo no? Me llamas apa —replicó con voz suave.
Pepito negó con la cabeza como si Cellbit no entendiera, alejó la mano y Cellbit se sintió mal al verlo tomar una pequeña distancia.
—Eres mi apa, pero no soy tú hijo, tú… no me llamas de filho como Nito —murmuró, abrazando con fuerza ese conejo blanco—. Por eso yo… temo estar molestando si vengo sin apa Roier. No quiero ser una molestia para ti, Apa Cellbit.
Cellbit sintió cómo su corazón se partía en miles de pedazos por esa percepción que tenía Pepito sobre ellos. Y sabía que era culpa suya, desde el principio notó que Pepito quería acercarse a él, pero de algún modo andaba con cuidado a su alrededor por temor a lo que Cellbit podría decir, e inconscientemente el investigador también actuaba de esa forma.
Cellbit no dudó y atrajo en un abrazo a Pepito, acarició su cabello y cerró los ojos.
—No, Pepito, lo siento, ¿sí? —susurró—, eres mi hijo también, mi filho —resaltó esa palabra para que no tuviera ninguna duda.
Pepito al oír esto, dejó caer el conejo y abrazó con mucha fuerza el torso de su padre, sintiéndose protegido en sus brazos.
—No debes esconderte más, ¿sí? Nunca serás una molestia para mí —aclaró cualquier pensamiento dudoso que tuviera.
Pepito asintió y apretó sus manitas en la camiseta de su Apa.
Cellbit ya no le importaba si su relación con Pepito de padre a hijo debía construirse lentamente, eso era mejor dejárselo a los adultos, para los niños, blanco era blanco y negro era negro.
Si Pepito lo consideraba su Apa, entonces él lo consideraría su filho, ni más ni menos.
Hello, I'm from the latin Hispanic community and I love QSMP, I came from twitter but I won't be a trouble for you. I just want to know about tags, if I reblog something, I have to put tags too? Or just have to reblog and it's ok?
Hola, soy de la comunidad hispana latina y amo el QSMP, vine de twitter pero no seré un problema para ustedes. Yo solo quiero saber sobre los tags, si yo resposteo o comparto alguna publicación, tengo que ponerle tags también? O solo tengo que compartirlo y esta bien?
Thanks for your attention, gracias por su atención :D
Realmente pienso que Q! Quackity jamás superó lo que sucedió con Tilín y simplemente aprendió a vivir con la culpa que siente por su muerte.
| Conversación de Cellbit y Pepito.
. . . .‿‿‿๑❀๑‿‿‿ . . . .
—¿Mmm? ¿Si soy feliz?
Pepito dio una deslumbrante sonrisa y asintió energéticamente, con el conejo blanco de peluche agarrado en un brazo, se levantó con sus cortas piernas y corrió hacia Cellbit, tomó su mano en un fuerte apretón y miró hacia arriba.
—Soy feliz porque conocí a todos mis apas y ama. Apa Roier volvió feliz como lo deseé y te conocí, apa Cellbit.
Cellbit con la cabeza agachada, se obligó a darle una sonrisa, en su cabeza se grabó aquella imagen; un Pepito chiquito, agarrándolo fuertemente, pero perdiéndose entre su enorme mano, sus ojos a través de los lentes brillaban al observarlo con mucha ilusión ante la vida y aquella tierna sonrisa le hacía doler el corazón porque temía que un día fuera borrada, que fuera borrada esa dulce inocencia que poseía.
Su corazón se calentaba cada vez que hablaba con Pepito porque todavía era un niño que miraba el mundo con ingenuidad e inocencia. Y siempre que lo miraba, se preguntaba sí él fue así alguna vez.
Había tanta sangre derramada en sus manos, que incluso su mente fue ensuciada, las memorias de su niñez estaban tintadas de rojos que era difícil siquiera extraer algún momento vívido.
Sólo podía dejarse guiar por la imaginación con el libro que adquirió sobre su infancia.
Capitán...
—¿De verdad eres feliz, Pepito? —inquirió nuevamente, como si quisiera que se lo confirmaran una y otra vez.
Pepito ladeó la cabeza y parpadeó con confusión, pero volvió a sonreír, a él no le importaba repetir hasta que su apa entendiera lo que quería decir. Mucho menos cuando verdaderamente era feliz de tener a su familia junta.
—¡Lo soy, apa! —gritó eufórico y mostró todos sus dientes.
Pero esa confirmación le dolió en lo profundo de su corazón, le invadieron las ganas de llorar, pero se contuvo, se arrodilló y atrajo a Pepito en un cálido abrazo, Cellbit lo cubría completamente, y Pepito gustoso lo abrazó fuertemente cerrando sus ojitos.
Amaba los abrazos.
—Que seas muy feliz, Pepito, por siempre —susurró.
Pepito se rió dulcemente y asintió.
—Tú también, apa. Seremos muy felices, mucho más porque tenemos a nito Richas.
Cellbit lo abrazó más, teniendo cuidado de no lastimarlo.
—Sí... lo seremos —murmuró distraído, porque justamente a la distancia venían Roier y Richas conversando animadamente.
—¡Pai! —gritó Richarlyson nada más verlos.
Y eso fue como un gatillo para Pepito, él se alejó del abrazo oso de Cellbit y se giró hacia la voz de Richarlyson, sonrió mucho más y corrió a su encuentro.
—¡Apa! ¡Nito!
Y Cellbit aún arrodillado, contempló la escena de sus ahora tres tesoros de su vida.
Sin embargo, lo que debía ser una escena feliz, para él no lo era.
Su semblante estaba serio cuando sus ojos se fijaron en su amado esposo, era su rostro, su sonrisa, su cuerpo, pero... esos ojos.
Esos ojos...
Cellbit sonrió dulcemente cuando Roier lo miró a lo lejos y agitó la mano en saludo. Le correspondió de manera lenta.
Le dolía el corazón por Pepito porque estaba viviendo en una dulce burbuja de familia feliz.
Le dolía por Richarlyson porque creía vivir con normalidad cómo solían ser, entre bromas y aventuras.
Y le dolía para sí mismo porque su amado esposo estaba lejos, y él no sabía en dónde.
Porque al mirar a esos ojos...
—Hola Gatinho —saludó Roier cuando por fin llegaron a donde estaba Cellbit.
Cellbit se levantó y volvió a mirar a los ojos castaños que estaba tan acostumbrado a ver.
Porque al mirar a esos ojos, él podía leerlo, él podía saber que...
—Hola Guapito.
Que ese no era su Guapito.
No era su Roier.
ARMY de corazón 💜 Patito de corazón 💛 Intolerante al hate 🙅🏻♀️ Con respeto todo es mejor 🫶🏻 Nací en el 96, soy zellenial(? 🤓
24 posts