Volver a verte fué como el golpe de un camión, fué seco, rápido y doloroso... Te desvaneciste en mi vista y me di cuenta que este era nuestro último encuentro, nuestra última coincidencia. Me hubiera encantado decirte adiós, pero decidiste hacer caso a tu orgullo y no decirme las cosas como eran. Hoy en día estoy bien, hice mi vida, pero siempre tengo un recuerdo fugaz haciendo memoria de las mil veces que te dejé ser el primero en muchas cosas, me robaste todas mis primeras veces y desapareciste como si de un ladrón se tratase. Me dejaste en la deriva... Totalmente sola. El odio que sentí hacia ti fué sincero y despiadado. El rencor jamás te llevará por un buen camino, pero no puedo evitar sentirlo, porque cuando yo te lloraba hasta quedarme dormida, tú estabas viviendo la vida. Como lo dije fuiste el primero en muchas cosas... Hasta en romperme el corazón.
Siempre serás...
Si tan solo supiera la perfección que irradia ante mis ojos... Él no sabe, es que él no sabe que yo moriría por una sola sonrisa dirigida a mi.
Él no sabe que sueño con él todas las noches.
Él no sabe que espero todos los días un mensaje suyo.
Él no sabe que el destino obra cada uno de nuestros cruces... Y que no, no hago nada para aprovecharlos.
Es que él no sabe que lo amo desde que lo ví.
Él no sabe que por él creo en el amor a primera vista...
-Berenice Rodriguez
Tengo muchas ganas de decirte todo lo que me hiciste sentir en tan solo esos días dónde nuestras miradas se cruzaban fugazmente... Pero sólo recuerdo que tú te alejaste, que ya pasaron 4 años y que ya es tarde para preguntarte que fué lo que pasó.
Me llamas diciendo que vienes, que me extrañas, que quieres dormir conmigo, preguntas si estoy sola… ¿Cuando fue eso un impedimento para ti? Me llamas y me dices que mejor otro día… ¿Habrá una noche que solo quieras cariño?
-J
Estoy perdiendo el tiempo... Yo te quiero para toda una vida y tú para un momento.
Pero pasó el tiempo y dejó de ser especial.
-J
Vives odiando, pero recuerdas extrañando.
Estoy rezando, todo el tiempo, rezo hasta cuando duermo.
Enredo un rosario en mi tráquea y hago la señal de la cruz persignándome en la idealización de tu recuerdo.
Olvidé el padre nuestro, el ave maría, olvidé todos los misterios, el gloria al padre y a Jesús también.
Rezo hasta cuando duermo
Y solo conozco una palabra
Solo sé
Pronunciar tu nombre.