“Anybody can look at you. It’s quite rare to find someone who sees the same world you see.”
— John Green, Turtles All the Way Down
Ernesto Guevara: “Todos los días la gente se arregla el cabello, ¿por qué no el corazón?.”
Gabriel Garcia Marquez: "Ninguna persona merece tus lágrimas, y quien se las merezca no te hará llorar."
Gabriel Garcia Marquez: "El amor se hace más grande y noble en la calamidad."
Madre Teresa de Calcuta: "Da siempre lo mejor de ti, y lo mejor vendrá..."
Albert Einstein: "Dos cosas son infinitas: el universo y la estupidez humana; y yo no estoy seguro sobre el universo."
Bob Marley: "La curva mas hermosa de una mujer es su sonrisa."
Hinduismo: "Cuando hables, procura que tus palabras sean mejores que el silencio."
Mahatma Gandhi: "No hay caminos para la paz; la paz es el camino."
William Shakespeare: Dices que amas la lluvia, pero abres tu paraguas cuando llueve. Dices que amas el sol, pero buscas una esquina con sombra cuando el sol brilla. Dices que amas el viento, pero cierras tu ventana cuando la brisa sopla. Por eso temo cuando me dices que también me amas.
“How i met your mother”
Series que te enseñan ♥
Apogeo, Gioconda Belli. nieve y fuego con T.S. Eliot
evosia
Aurora under the bright moon light! I miss spending time with the Northern Lights in Iceland.
Summer night moon
Dark mode. - Canada
Estaba loca, loca de remate, y era guapa, guapa de cojones. y conocía a la luna, y bailaba rock&roll frente al espejo, y salía y bebía y no se acordaba de nada al día siguiente. Estaba rota, tanto como un trapo, y era dura, dura de roer, y odiaba a los poetas, y se ponía hasta el culo y lloraba y se corría y no se acordaba de nada al día siguiente. Dormía poco, y tenía las ojeras más preciosas que habían ignorado jamás. Era la princesa de mi cuento, la que follaba con Extremoduro sonando de fondo y se metía de todo, menos mis drogas. Amaba, era capaz de amar, por encima de cualquier boca despeinada, de cualquier trovador de mierda, de cualquier basura literaria que le escribía, era jodidamente perfecta, y su único defecto era yo. Sospecho que venía de otro mundo, por eso de que nadie había logrado entenderla nunca, aunque siempre era la que más gritaba, y que era inmortal por eso de sus infinitas pecas, y que me tenía calado, y que sabía cosas sobre mí que nadie sabrá jamás. Era la chica con la que desearíais pasear el resto de vuestra vida, era la chica diez, y le faltaban un par de veranos; conmigo, digo, y cada vez que me la encontraba por ahí, me decía que no se acordaría de nada al día siguiente, y aún así, me iría a vivir con su olvido, todos los días del resto de mi vida.