"Como un rascacielos que cae, así me derrumbo a veces".
Alexander Alay.
He pasado media vida muerta de miedo
por si perdía cosas que ahora ya ni recuerdo.
He dudado tanto que –aunque acertara– no era capaz de disfrutar.
De corteza insegura,
me creí débil, pequeña y reemplazable. Por no pisar a nadie
nunca me atreví a bailar.
Escribo esto
en orgulloso pasado complejo.
Una mañana cualquiera,
cambié las margaritas por el cara o cruz y me abrí en canal.
Resulta que soy fuerte.
Seguramente igual que antes, solo que ahora
sí que lo sé.
Patricia Benito
Más de una vez creí ser causante de tus versos, de la poesía que emana de tu ser.
Tontamente me creí musa.
Tontamente me creí inspiración, cuando realmente no era ni el fantasma de una ilusión.
-Papittafritta
“Ojalá podamos tener el coraje de estar solos, y la valentía de arriesgarnos a estar juntos.”
— Eduardo Galeano.
Y bien, creo que ya es momento de dejar ir. Gracias por todo, por lo que sucedió y por lo que no.
idarklights
El equilibrio no es un eterno gris, es el eterno alternar del blanco y el negro.
Soledad Amena
De mi boca ya no salen palabras, son escasas porqué ya no sé hablar, no sé que decir o tan siquiera como abrir la boca. Ando muda por las calles, asintiendo y evitando, ando sin sonidos por la casa ordenado los papeles y delegando los días en sus horas, ando ida entre el recuerdo que no desperto... Solo llevo silencio a silencio apretando la respiración, siendo todo lo que puedo sentir de mi garganta
#TheHolyTrinity
How I Met Your Mother S07E04
Ella era así, le gustaba jugar con fuego porque decía que sino moría de frío, aunque amaba el invierno. Corría a cada oportunidad que tenía; era fan de las escapadas sin despedidas, lo curioso es que ella era como un laberinto de esos en los que salir ya no es una opción. Tenía cierta fascinación por el arte, —pero ella era el arte mismo—, leía poesía cuando nadie la veía y escuchaba la música que quería. Siempre sonreía, aun cuando por dentro estaba en ruinas; por eso casi nadie sabía de sus batallas, mucho menos de sus demonios. Pero así era ella, tremendamente enigmática, lo suficientemente adictiva como para escribirle una poesía como esta. Ella era así; Y.
“El cansancio de la vida no es más que un sentimiento y los sentimientos no pueden hacerse pasar nunca por argumentos”.
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— Viktor E. Frankl